Málaga

Feligreses católicos de Málaga: "Cristianos y musulmanes tenemos que estar unidos, no hay que tener ningún odio"

Iglesia de Stella Maris.

Iglesia de Stella Maris.

Apenas 30 personas han asistido este jueves a la misa de las 19:30 horas en la parroquia de Stella Maris. Una disminución de afluencia que achacan al frío. Si bien, la mayoría de conversaciones entre los feligreses versan hoy sobre el supuesto ataque yihadista acaecido este miércoles en Algeciras en el que el sacristán de la Iglesia de Nuestra Señora de la Palma falleció y el párroco de la Iglesia de San Isidro resultó herido.

Ana García y María Norte, amigas y cristianas, han asistido hoy -como hacen casi cada día a misa-. Reconocen que, quizás, algunos fieles hayan sentido miedo de acercarse a los templos de culto porque "es una amenaza muy grande". Si bien, animan a que los creyentes sigan acudiendo a las iglesias con la misma asiduidad que los hacían anteriormente.

"Es normal que hoy haya personas que sientan terror por si vuelve a ocurrir algo parecido, pero odio hacia la comunidad musulmana no porque esto es un hecho puntual, esa persona no tendría la cabeza muy bien", defiende María, cristiana y practicante "de toda la vida" y ya tiene 71 años.

Esta opinión también la comparte Yolanda González, quien aclara que "el asesinato se ha producido por un fanático del terrorismo yihadista " y destaca la nula vinculación de este hecho con el islamismo que, a su parecer, "es una religión de paz". "Yo creo que cristianos y musulmanes tenemos que estar unidos porque compartimos el mismo dios, no hay que tener ningún odio para nada". 

El sacristán de Stella Maris, por su parte, manifiesta estar convencido de que no va a surgir el conflicto entre ambas comunidades a raíz de este ataque. "No creo que los feligreses manden ahora mensajes de odio", señala. No obstante, confiesa tener un sentimiento de pena tras ser conocedor de la noticia, ya que "ya no hay rencillas de ningún tipo".

El obispo de Málaga, Jesús Catalá, también ha querido pronunciarse sobre el ataque supuestamente yihadista, enviando sus condolencia al obispo de Cádiz, Rafael Zornoza, y manifestado su intención de oración por las víctimas y por toda la diócesis. 

Así fue el ataque a las iglesias en Algeciras

Todo apunta a que el detenido por estos hechos, Yassin Kanza, un joven de 25 años sin antecedentes penales por terrorismo -ni en España ni en otros países aliados- era un 'lobo solitario'. Sobre las 19:20 entró en la iglesia de San Isidro e irrumpió en plena eucaristía con un machete en la mano. Como todos los días el párroco, Antonio Rodríguez, preside la misa vespertina que empezó a las siete de la tarde. El joven entra profiriendo gritos contra la religión católica, sembrando el pánico entre los feligreses, que no llegan a la veintena.

Allí atacó por la espalda al párroco que, según testigos presenciales, logró salvar la vida porque el golpe con el machete le dio en una vértebra, que quedó fracturada. Este jueves el sacerdote, de 74 años de edad, se recuperaba de sus heridas en el hospital, tras ser intervenido quirúrgicamente la misma noche del miércoles.

Cuentan los testigos presenciales que Yassine Kanjaa no salió huyendo de esta primera parroquia. Con el machete ensangrentado en la mano se dirigió a otro templo, en este caso en la iglesia de La Palma, la más importante de Algeciras. Con su machete ataca todo lo que se encuentra por el camino: velas, imágenes religiosas, otros objetos de valor... plantándose luego en el altar mayor.

El sacristán, Diego Valencia, le planta cara con valentía, pero su agresor está ya hecho una fiera y se abalanza contra él. Primero le hiere de gravedad en la sacristía y luego corre tras él hasta que le da alcance en plena Plaza Alta, donde le remata estando ya en el suelo. Ahora sí tiene su primera víctima porque Diego Valencia fallece en el acto.

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