Málaga

Investigadores demuestran la relación entre las bacterias intestinales y la diabetes tipo 1

  • Un estudio del Ibima abre nuevas posibilidades estratégicas de terapia para prevenir o tratar esta enfermedad

Investigadores demuestran la relación entre las bacterias intestinales y la diabetes tipo 1.

Investigadores demuestran la relación entre las bacterias intestinales y la diabetes tipo 1.

Investigadores malagueños del Hospital Virgen de la Victoria vinculados al Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima) y al Centro de Investigación Biomédica en Red de Obesidad y Nutrición(Ciberobn) han demostrado la relación entre la microbiota intestinal (bacterias intestinales) y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 1 (diabetes infantil-juvenil).

Los resultados de este estudio de investigación científica, que ya han sido recogidos y publicados recientemente por la revista de alto impacto Diabetes Care, abre nuevas posibilidades estratégicas de terapia sin precedentes para prevenir o tratar esta enfermedad a través de la modificación de la flora intestinal, han precisado desde la Junta en un comunicado.

El equipo de investigadores pertenecientes a la Unidad de Endocrinología y Nutrición del Hospital Virgen de la Victoria, dirigida por el especialista Francisco J. Tinahones han descubierto que la microbiota intestinal en niños con diabetes tipo 1 es diferente a la de los niños sanos.

La investigación ha sido dirigida por María Isabel Queipo Otuño y José Carlos Fernández García, y en ella se analizó el perfil de la microbiota intestinal, su capacidad funcional, la inflamación y la permeabilidad intestinal en una quincena de menores afectados con diabetes tipo 1, otros 15 con MODY2 (un tipo de diabetes monogénica de causa autoinmune), y otros 13 niños sanos. Estos pacientes fueron reclutados en el servicio de Pediatría del Hospital Regional de Málaga, por la investigadora Isabel Leiva.

La investigadora María Isabel Queipo ha indicado que pese a que estudios anteriores ya habían relacionado la microbiota con la génesis de algunas enfermedades autoinmunes, y también con el control glucémico, "en esta ocasión los niños con diabetes 1 presentaron un perfil de microbiota intestinal con una menor diversidad y con una mayor proporción de bacterias proinflamatorias".

Además, ha agregado, "se asoció con una alteración de la integridad de la barrera intestinal y con un aumento de la inflamación de bajo grado y de la respuesta autoinmune comparados con los niños con MODY y con niños sanos".

MICROBIOTA INTESTINAL

Los expertos coinciden en destacar que la microbiota intestinal constituye un complejo ecosistema de organismos que desempeñan una importante función en el estado de salud del ser humano. Tiene una función digestiva contribuyendo a la síntesis de micronutrientes, a la absorción de electrolitos y minerales y a la digestión y absorción de determinadas sustancias indigeribles.

La microbiota también contribuye a la destrucción de toxinas y carcinógenos, evita la colonización por bacterias patógenas, contribuye al desarrollo del sistema inmune y modula el estado inflamatorio, han precisado en un comunicado.

Sin una microbiota equilibrada se altera todo el metabolismo, elevando el riesgo de sufrir enfermedades, debilitando el cuerpo y haciendo que las recuperaciones sean más largas. En este sentido, María Isabel Queipo ha apuntado que en los últimos años han podido comprobar que la flora intestinal "influye en la aparición de enfermedades metabólicas como la obesidad, la diabetes tipo 2, patologías inflamatorias y cardiovasculares y hasta en el riesgo de cáncer".

"Conocíamos, por tanto, la estrecha relación entre diabetes tipo 2, obesidad y cambios en la microbiota, pero este estudio relaciona en humanos cambios en la microbiota con la diabetes tipo 1. Lo más importante para las investigaciones futuras es plantear estudios longitudinales encaminados a evaluar si la modulación de la microbiota en pacientes con alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 1 es capaz de modificar la historia natural de esta enfermedad autoinmune", ha concluido la investigadora.

El Centro de Investigación Biomédica en Red (Ciber) -al que pertenecen los investigadores que han liderado este estudio- es un consorcio dependiente del Instituto de Salud Carlos III (Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades) y cofinanciado con fondos Feder.

En su Área Temática de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn), está formado por 33 grupos de trabajo nacionales de contrastada excelencia científica, que centra su labor investigadora en el estudio de la obesidad, la nutrición y el ejercicio físico a fin de generar conocimiento útil para la práctica clínica, la industria alimentaria y la sociedad en su conjunto.

Esta institución trabaja además sobre los beneficios de la dieta mediterránea, la prevención de alteraciones metabólicas, la obesidad infantil y juvenil, y la relación entre obesidad y el cáncer.

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