La Audiencia Provincial de Málaga juzga desde hoy a un hombre de 46 años por las muertes de tres mujeres en el verano del 2011 en las localidades de Mijas y Marbella, crímenes por los que se enfrenta a una petición fiscal de 63 años y medio de cárcel. El supuesto asesino en serie será juzgado por un delito de asesinato, dos de homicidio, dos robo con violencia en casa habitada, falsedad documental y contra la seguridad vial, según la calificación fiscal.

También se sentará en el banquillo de los acusados su pareja, a la que se juzga por un delito continuado de estafa, para la que el ministerio público pide tres años de cárcel. En los tres crímenes el acusado, de 46 años y de nacionalidad alemana, había contactado previamente por teléfono, bien para servicios de carácter sexual o como masajista.

El primer crimen ocurrió el 10 de agosto de 2011 en el complejo Alhamar, en Mijas Costa, donde residía la mujer, de 45 años, con la que había contactado previamente para la prestación de servicios de naturaleza sexual. Una vez en el interior de la vivienda, el acusado esgrimió un cuchillo y le asestó 18 puñaladas a la víctima en distintas partes del cuerpo y luego le hizo un nudo en el cuello con una funda de almohada. La mujer, de origen argentino, murió y el acusado se llevó dinero, dos teléfonos y varias tarjetas de crédito. Ese mismo día fue con su pareja, también acusada, a una sucursal bancaria donde ella, sabiendo que la tarjeta era ajena, hizo cinco extracciones por valor de 200 euros cada una con cargo a la cuenta corriente del hijo de la fallecida. Unos días más tarde, entre el 26 y 27 de agosto, el acusado fue al domicilio de otra mujer, una mujer alemana de 49 años, también en Mijas-Costa, con quien previamente había concertado una cita telefónica a fin de obtener sus servicios como masajista.

Una vez en la vivienda, por motivos que se desconocen aunque con ánimo de acabar con su vida, golpeó a la mujer con un objeto cortante, lo que le causó heridas que le causaron la muerte.

El 9 de septiembre de 2011 cometió supuestamente el último crimen, cuando el acusado fue a la vivienda en Marbella de otra mujer de origen ecuatoriano, de 47 años, con la que había contactado para concertar una cita para la prestación de servicios sexuales. Una vez dentro, la maniató y le asestó al menos 18 golpes con un objeto cortante, que le causaron la muerte, tras lo que se apoderó de tarjetas bancarias.