Si hace una semana la Policía Nacional de Málaga celebraba que la Comisaría Provincial situada en la plaza Manuel Azaña cumplía 30 años al servicio de los malagueños y que esta se había ido reinventando tecnológicamente con el paso del tiempo, la mañana de este jueves han presentada una estación de búsqueda y rastreo de huellas pionera en las comisarias provinciales en España.

Esta estación de búsqueda y rastreo de huellas servirá a la Brigada Provincial de la Policía Científica para localizar de manera más precisa y rápida rastros de sangre; esperma, o huellas, así sean dactilares, palmares o plantares. Además también sirve para que el área de balística pueda estudiar la trayectoria de las balas y otras características de las mismas. La estación, que lleva quince días en marcha, ya ha sido utilizada en diversas investigaciones, lo que ha ayudado a acelerar los casos.

La campana, como se llama a esta estación habitualmente, capacitará a la Policía Científica a trabajar con mayo velocidad, puesto que no será necesario desguazar los vehículos para poder realizar la inspección ocular precisa y en la misma entran vehículos de gran tamaño como furgonetas. Es la primera estación de este tipo que se implementa en una comisaría provincial, existiendo una de características similares en las comandancias centrales que se encuentran en Madrid.

Uno de los investigadores abre la puerta de la estación.

El Jefe de la Brigada Provincial de la Policía Científica de Málaga, el inspector Luis Hombreiro, ha explicado que esta cámara oscura permite trabajar en condiciones atmosféricas y de oscuridad que no se dan de día o al aire libre, así el interior de la campana permite "la vaporización de ciertas sustancias que facilitan la búsqueda de pruebas en vehículos", aunque están sean minúsculas o imperceptibles a simple vista. Así, trabajan con reactivos fluorescentes que en contacto con las sustancias a investigar y expuestas a luces reactivas brillan y son así fotografiables y localizables por los investigadores para su posterior estudio.

Esta cámara está dotada a su vez con una cámara articulable de 30 metros de largo, para poder acceder "no sólo a los bajos de los coches, si no a cualquier lugar de difícil acceso dentro de los vehículos, de manera que se pueda hacer una inspección ocular sin tener que despiezar el vehículo", ha asegurado Hombreiro.

El inspector ha querido resaltar que la cámara "se ha diseñado e impulsado aquí, pero eso no quiere decir que no se vaya a impulsar en otras comisarias del resto de España". A su vez, indicó que se podrá trabajar en los casos más urgentes con otras comisarías de la zona, si fuera necesario.