Málaga

Mapa de la afección de las nuevas servidumbres del aeropuerto de Málaga

  • El documento permite observar incidencia sobre alrededor de 110 sectores de la capital

  • De ellos, unos 25 se ven condicionados por vez primera por la localización del aeródromo, mientras que en cerca de 90 los límites ya existentes se agravan

El aeropuerto de Málaga y, al fondo, la ciudad de Málaga.

El aeropuerto de Málaga y, al fondo, la ciudad de Málaga. / Javier Albiñana

Siguiendo la máxima de que una imagen vale más que mil palabras, un mapa sobre las nuevas servidumbres del aeropuerto de Málaga, actualmente en proceso de aprobación, permite comprobar hasta dónde llega la afección sobre el desarrollo urbanístico de Málaga capital. 

El documento, elaborado por los técnicos de la Gerencia de Urbanismo, tomando como base la información de Aviación Civil, permite comprobar que la propuesta del ente estatal tiene una incidencia clara sobre alrededor de 110 sectores de suelo de la capital de la Costa del Sol. 

De todos ellos, entre 20 y 25, según los datos aportados por el concejal de Ordenación del Territorio, Raúl López, se ven condicionados por vez primera por las servidumbres del aeródromo. Es decir, su localización no se veía comprometida hasta la fecha, pasando a estar condicionado su desarrollo en el marco de la revisión de los límites aeroportuarios.

¿Qué ocurre con el resto de sectores? Se da la circunstancia de que entre 80 y 90 ya se veían condicionados en mayor o menor medida por las servidumbres vigentes desde hace casi una década. Sin embargo, con la revisión ahora activada la incidencia que se cierne sobre los mismos se incrementa, al rebajar de manera clara las alturas máximas permitidas.

Mapa de las servidumbres del aeropuerto de Málaga Mapa de las servidumbres del aeropuerto de Málaga

Mapa de las servidumbres del aeropuerto de Málaga

Si bien es Málaga capital la más afectada por las nuevas servidumbres, la realidad es que no es el único municipio. El mapa recoge cómo la huella, en mayor o menor grado, también se deja sentir sobre los municipios aledaños a la capital, caso de Torremolinos, Alhaurin de la Torre, Cártama… 

El documento gráfico permite visualizar no sólo la extensión sobre el territorio de la capital, principalmente, sino también cuáles son las alturas máximas permitidas en estos suelos. Así, el color rojizo se corresponde con los terrenos en los que Aviación Civil autoriza entre 0 y 3 metros de altura, lo que hace casi inviable cualquier posible desarrollo residencial, por ejemplo. Queda claro que en esta categoría se incluyen muchos terrenos sobre los que el planeamiento de la ciudad no contempla actuación alguna en este momento.

A la espera de una mayor concreción, sí parece que en esa zonificación se localizarían propuesta residenciales de la zona de Churriana, por ejemplo. Así como los terrenos de la Universidad en los que dibuja el parque científico empresarial y nuevas residencias. Sobre ello, el propio rector de la institución académica, José Ángel Narváez,ya advirtió que la materialización del plan "afectaría de manera desastrosa a la planificación de espacios prevista para el campus".

El color marrón claro se corresponde con los puntos en los que las dimensiones en vertical quedarían acotadas a entre 3 y 12 metros. A partir de ahí, las tonalidades son algo más permisivas. El tono algo más amarillento se corresponde con alturas de entre 12 y 30 metros. El verde, entre 30 y 60 metros. Es de destacar que dentro de esta franja se incluye el desarrollo de Térmica, por ejemplo, así como de Nereo, o los terrenos de la zona del Camino de San Rafael. 

Incluso, a priori, la parcela de Repsol. No obstante, al menos ese es el compromiso verbal asumido por los responsables estatales, los suelos que ya cuenten con el planeamiento aprobado, caso de Repsol o Torre del Río, no se verán afectados por estas limitaciones. El tono azulado oscuro recoge los terrenos en los que si bien hay afectación de la huella del aeropuerto, la misma autoriza más de 60 metros de altura.

Ante los movimientos realizados por Aviación Civil, los ayuntamientos que se ven más perjudicados, junto a instituciones como la Universidad de Málaga y la Diputación provincial, formalizaron la semana pasada un frente institucional con el objetivo de exigir una rebaja de la incidencia. A estos organismos se prevé que se sume la Asociación de Constructores y Promotores (ACP) de Málaga, que viene advirtiendo desde hace meses de la inseguridad que provocan las nuevas limitaciones.

El planteamiento acordado pasa por formular alegaciones de manera consensuada al documento, para lo que van a contar con el asesoramiento directo de la empresa Aertec. Va a ser esta firma la que se encargue de dar forma a la contestación al documento de Aviación Civil que, incluso antes de ser aprobado formalmente, ya ha condicionado desarrollos como el del antiguo suelo de Flex, en Carretera de Cádiz, o el de Térmica. En ambos casos, los promotores, ante la advertencia existente, han optado por rebajar de manera sensible las alturas de sus edificios.

¿Qué lleva a Aviación Civil a modificar las servidumbres actualmente vigentes? Uno de los elementos a tener en consideración es la necesidad de ajustarse a la normativa internacional. Para ello se toman en consideración el Reglamento Europeo 139/2014 y el anexo 14 de la Organización de Aviación Civil Internacional. Ambos documentos permiten la definición de las superficies horizontal interna y cónica en hipódromo, algo necesario, desde el punto de vista de la seguridad y regularidad de las operaciones de aeronaves, sobre todo en aeródromos con más de una pista.

Desde el punto de vista de la seguridad y la regularidad de las operaciones de aeronaves es necesario actualizar estas servidumbres, de forma que se puedan adecuar sus superficies limitadoras a las de la normativa internacional vigente. Y ello implica la creación de una especie de huella en la que se fijan límites a las alturas para garantizar la seguridad en las operaciones y el correcto funcionamiento de las instalaciones radioeléctricas aeronáuticas. En las zonas contenidas se marcan unas cotas que no han de ser sobrepasadas ni por nuevos obstáculos ni por un aumento de los existentes.

A pesar de la incidencia clara que esta medida tiene sobre posibles desarrollos, la propia normativa estatal en materia de servidumbres aeronáuticas recoge la posibilidad de que Aviación Civil pueda "excepcionalmente informar favorablemente planes e instrumentos de ordenación en los que se incluyan actuaciones que vulneren las servidumbres aeronáuticas, siempre que quede acreditado (…) que no se compromete ni la seguridad ni la regularidad de las operaciones de las aeronaves en el aeródromo". Esto abre la puerta a que el ente avale planes urbanísticos que vulneren las nuevas servidumbres, aunque para ello tiene que quedar acreditado que esos proyectos no comprometen la seguridad ni la regularidad de las operaciones.

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