Las administraciones públicas a veces se olvidan de que las carreteras también deben ser adecuadas para el tránsito de los peatones. Esto es lo que sucede con los 11 accesos que conectan distintos puntos del término municipal de Marbella con la autovía A-7 que recorre la Costa del Sol. En estos momentos, los enlaces presentan una serie de barreras arquitectónicas y un déficit de señales de tráfico, que dificultan seriamente el paso de los viandantes.

Por esta razón, el Ayuntamiento ha remitido un documento al Ministerio de Fomento con todos los problemas detectados en los alrededores de estos carriles, ya que su mantenimiento es competencia del Gobierno central, según fuentes municipales. Entre los accesos que más quebraderos de cabeza dan a los peatones está el situado a la altura del hotel Don Carlos, debido a que suele ser "muy utilizado" por su proximidad a la playa. Los técnicos del área de Accesibilidad han iniciado el proyecto que trasladarán a Fomento con un informe donde se da cumplida cuenta de los inconvenientes que tiene el tramo.

Otro acceso cuyas aceras deben ser "rebajadas" es el que está en los alrededores de la estación de autobuses de Marbella y el que comunica la autovía con el centro comercial La Cañada. Pero no son los únicos. Las mismas fuentes municipales advierten de que el acceso situado junto al hotel Los Monteros, el de Río Real, Cabopino, Marbella Club o El Trapiche, también deben ser reparados. Algunos bordillos de estas aceras son infranqueables porque están delimitados por quitamiedos, lo que dificulta el paso.

También se han detectado casos en los que es inexistente la señalización de los pasos de cebra, o bien, están pintados en lugares que no facilitan el tránsito de los peatones. El documento incluye la petición de colocar bandas reductoras de velocidad en los carriles de desaceleración de estos tramos. Si Fomento no da una respuesta positiva, el Ayuntamiento asumirá los costes que supongan todas las mejoras.