El Puerto de Málaga acaba de activar la contratación del aporte de 36.000 metros cúbicos de arena en el plan de regeneración de la playa de San Andrés. Una cantidad de áridos que se sumará a los 19.000 ya distribuidos hace cerca de un año sobre esta franja del litoral de la capital de la Costa del Sol.

La cuarta fase del programa de actuación que ahora se pone en marcha tiene un valor de licitación de 475.422,47 euros (IVA incluido), con un plazo de ejecución de dos meses. Las empresas interesadas en optar al contrato tiene de plazo hasta el 10 de octubre para formalizar sus proposiciones.

Los 55.000 metros cúbicos que, en su totalidad, serán vertidos sobre esta parte de la playa, entre las calles Princesa y Tomás Echeverría, fueron cuantificados en un estudio realizado por la Universidad de Cantabria, estando muy lejos de los 172.000 metros cúbicos reclamados en julio de 2016 por el Pleno del Ayuntamiento de Málaga para que el Puerto diese cumplimiento al compromiso adquirido en la declaración de impacto ambiental por las obras ejecutadas con anterioridad, caso de un dique de escollera curvo de 225 metros de longitud y su prolongación con una sección sumergida de 75 metros.

Según la DIA de esas actuaciones, como consecuencia de las mismas "se producirá una distorsión del oleaje incidente (...), produciéndose un transporte de material de la playa hacia levante". Sin embargo, el aporte de arena contemplado no fue realizado, salvo una aportación de 5.000 metros cúbicos realizada por el Puerto en junio del año pasado.

Con la solución que desarrolla en los últimos años el Puerto se busca resolver el problema de erosión existente en la zona sur de la playa. Para ello, con el aporte de los mencionados 55.000 metro cúbicos se podrá aumentar la anchura de la playa en la zona sur, haciendo que la playa de San Andrés esté alineada con la de La Misericordia. En ese caso, la playa avanzaría en la zona sur unos 22 metros respecto a la situación actual, alcanzando una anchura media de 37 metros, mientras que la zona norte la playa experimentaría un avance de unos 18 metros.

De acuerdo con el proyecto de intervención realizado por el Puerto, se entiende que esta cuarta fase "permitirá alcanzar la estabilidad de la playa con la configuración final prevista". Las empresas podrán disponer de los áridos bien de procedencia marina o terrestre, aunque tendrán que garantizar la calidad de la misma y disponer de los informes correspondientes.