El Pleno de la Diputación de Málaga rechazó ayer la moción presentada por el PSOE para reprobar al presidente de la institución, Francisco Salado, y a los diputados responsables, por la gestión del Centro de Arte de la Tauromaquia, más conocido como museo taurino, ubicado en el edificio de la Plaza del Siglo y por la “connivencia” con el empresario responsable de la colección, Juan Barco.
La moción contó con los votos en contra del PP y de Ciudadanos y a favor del resto de los grupos con representación en la institución provincial –PSOE, IU Para la Gente, Málaga Ahora y el diputado del grupo mixto–. La portavoz socialista, Antonia García, relató lo que ha sucedido con este inmueble propiedad de la Diputación estos años e incidió en que el “gran proyecto estrella ha sido un desastre”.
García recordó que Barco estuvo “meses de okupa” en el inmueble e incluso “llegó a acuerdos con terceros para la gestión del restaurante y la tienda de souvenirs” pese a estar prohibido, lamentando que tampoco ha abonado el IBI, el agua o la luz. También apuntó que en 2017 el pleno aprobó rescindir el contrato por incumplimientos del empresario y se instó al equipo de gobierno al desalojo forzoso del mismo. Precisamente, el pasado 8 de mayo, cuando se iba a proceder al desahucio, este se paralizó por la presentación de un recurso por parte de Juan Barco.
El diputado de Cultura, Víctor González, acusó a los socialistas de “chapotear en la charca de nuevo”, recordando al ex portavoz del PSOE en la institución Francisco Conejo, “un antitaurino a medio gas al que echo de menos y que ahora en el Parlamento se ha convertido en un talibán taurino absoluto”.
González reiteró que la institución “no puede tirarse a la piscina sin red”, agregando que de esto “Conejo sabe mucho”; sino “respetar sí o sí la hoja de ruta jurídica existente”. Por su parte, la diputada y portavoz de Cs, Teresa Pardo, acusó al PSOE de buscar, con esta moción, “un titular a días de las elecciones del 26 de mayo”.
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