Málaga

El Regional tratará a pacientes con células madre de la grasa de donantes

  • El tejido adiposo del abdomen o de la cintura se multiplicará en laboratorio para usarlo como fármaco en diferentes patologías

La indeseable grasa que se acumula en el abdomen y alrededor de la cintura, aunque suene increíble, puede utilizarse para curar. La razón es que contiene células madres capaces de regenerar tejidos y de normalizar el sistema inmunológico en pacientes en los que éste lucha contra el propio cuerpo. Pero para que sirva como fármaco biológico, ese tejido adiposo necesita un procesamiento. Primero se extrae la grasa, luego se separan las células madre, posteriormente se multiplican en laboratorio y por último se le administran al enfermo.

El Regional tenía autorización para elaborar estos fármacos a partir del tejido adiposo del propio paciente. Pero ahora el hospital ha dado un paso más en estas terapias celulares que abren una puerta a los tratamientos del futuro: ha obtenido el permiso de la Agencia Española del Medicamento para fabricarlos con grasa de donantes. Según la directora técnica de la Unidad de Terapia Celular del Regional, Laura Leyva, en esta nueva vía "el tratamiento es más rápido pues las células se obtienen de la grasa de un donante sano y el rendimiento es mayor" que cuando se emplean las del propio enfermo. "Con una inversión de recursos más o menos similar, consigues muchas más dosis y tratar a muchos más pacientes", precisa. En torno a cuarenta a partir de un donante.

Estas células madre mesenquimales obtenidas de la grasa tienen tres capacidades terapéuticas. Por un lado estimulan y ponen a trabajar a las células madre del propio paciente que están perezosas y no cumplen adecuadamente su función. Por otro tienen la facultad de devolver a la normalidad al sistema inmunológico que, como consecuencia de patologías autoinmunes, ataca al propio organismo. Y por último también son capaces de regenerar tejidos.

Por su capacidad de normalizar el sistema inmune, serán empleadas para tratar la esclerosis múltiple, la esclerosis lateral amiotróficas y otras patologías neurológicas de origen autoinmune. En estos casos, las células madre mesenquimales -ya multiplicadas en laboratorio y convertidas en fármaco biológico- se administran como una transfusión. Esta es la manera más habitual de poner el tratamiento.

Por su potencialidad para regenerar tejidos, se utilizarán contra la incontinencia fecal. En este caso, el medicamento biológico se inyecta en el esfínter anal para la regeneración del músculo.

La fabricación de estos fármacos celulares humanos tiene su complejidad porque de lo que se trata es de que curen. Por ello, en todo el proceso se realizan exhaustivos controles de calidad para que las células no se contaminen con gérmenes ni adquieran alteraciones genéticas que invalidarían su objetivo. El procesamiento comienza con la extracción de la grasa al donante. El tejido adiposo de digiere luego enzimáticamente para extraer las células mesenquimales. Más tarde, éstas se cultivan en laboratorio durante varias semanas. Es similar a una siembra; se llama expansión celular y es lo que permite multiplicarlas para que sean medicamentos biológicos.

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