Málaga

Rituales mágicos de la Noche de San Juan en Málaga y un ‘júa’ de polémica

Las playas como La Malagueta se han llenado para dar la bienvenida al verano.

Las playas como La Malagueta se han llenado para dar la bienvenida al verano. / Javier Albiñana

Las noches de San Juan tienen algo que no se puede explicar. Familias enteras y diferentes grupos de amigos llenan las playas de Málaga para cumplir con una cita importante para todos los malagueños. Mojar los pies a medianoche, pedir un deseo, bailar, celebrar el fin de curso y ver cómo se quema el ‘júa’, que este año ha sido el protagonista de una polémica debido al tema elegido: los resultados que ha obtenido el Málaga C.F esta temporada y su traumático descenso. Eso sí, en este ‘júa’ no se observa nada que esté relacionado con el equipo, tal y como informó hace unos días el Ayuntamiento de Málaga. 

La fiesta en la playa de la Misericordia estaba más que asegurada esta noche. La orquesta Ritmo andaluz era la encargada de poner la banda sonora a la noche más corta del año y luego vendrían los fuegos artificiales y las llamas hipnotizantes de la hoguera. Pero, sobre todo eso, en San Juan lo que aparece es la magia. Esa que envuelve a las primeras experiencias, a las salidas fuera de hora de los adolescentes, a las risas compartidas de los más veteranos, al frescor de la arena nocturna en los pies descalzos y ese olor a mar y a vacaciones, ese aroma que transporta a todos hacia el lugar en el que los problemas quedan atrás. 

En esta noche donde la disposición a disfrutar parece concebida de serie, el ‘júa’ es otro elemento protagonista. A pesar de haber sufrido algunas críticas este año, los malagueños esperaban con ganas que diera la medianoche para observar su quema.

Las playas de Huelin y La Misericordia llenas a última hora de la tarde. Las playas de Huelin y La Misericordia llenas a última hora de la tarde.

Las playas de Huelin y La Misericordia llenas a última hora de la tarde. / Javier Albiñana

Entre ellos se encontraba María, una malagueña madre de dos niños que viene a la Misericordia todos los años. “Este año queríamos verlo en primera fila y nos hemos venido pronto para poder estar lo más cerca posible”, aseguraba mientras le preparaba un bocadillo a su hijo para la cena. También remarcaba que “el júa está bien, no hay nada del Málaga, a ver cuando lo quemen lo que pasa”. Eso sí, esta escultura no es el único protagonista de la noche de esta familia porque el mojar los pies en el mar y pedir un deseo no se les va a olvidar. 

Un baño, un selfie y un bocadillo para cenar, elementos que no han faltado este San Juan. Un baño, un selfie y un bocadillo para cenar, elementos que no han faltado este San Juan.

Un baño, un selfie y un bocadillo para cenar, elementos que no han faltado este San Juan. / Javier Albiñana

No hay hogueras en la playa, ya que están prohibidas, pero sí que hay barbacoas. Muchos fueron los que cargaron hasta aquí con ellas para preparar su cena en familia. Ernesto fue uno de ellos. Rodeado por chuletas, pinchitos y hamburguesas, se preparaba para la medianoche. Además, vino tan solo para ver cómo quemaban el ‘júa’ que cuando leyó de que era no le convencía, “pero al verlo sí que me ha gustado”. De acuerdo con él estaba un grupo de jóvenes que había venido a celebrar no solo San Juan, sino que han terminado Bachillerato, Selectividad y han hecho la preinscripción para la universidad. “Esta noche el deseo va a ser que entremos en la carrera, no queremos nada más”, aseguraban Ricardo y Borja, dos jóvenes del grupo, entre risas mientras brindaban con sus bebidas. 

Grupos de amigos en la playa de la Malagueta. Grupos de amigos en la playa de la Malagueta.

Grupos de amigos en la playa de la Malagueta. / Javier Albiñana

La noche está llena de tradiciones, cada persona tiene las suyas y van desde pedir un deseo en el mar, hasta deshacerse de los apuntes que han utilizado ese curso. “Venimos todos los años, a medianoche vamos a pedir un deseo y a entrar al mar caminando hacia atrás, como decían antiguamente”, aseguraba Ana Mari, una malagueña que se acercó hasta la playa de la Misericordia a celebrar esta noche de San Juan con sus vecinos. En total eran cinco parejas y cada año acuden con el mismo plan: playa, moraga y barbacoa con sardinas, pinchitos y “lo que surja”. Sobre el ‘júa’, la malagueña señalaba que “al final después de tanto problema el ‘júa’ ha quedado bien y lo único que hay azul son unas mariposas, nada del Málaga”. 

A medianoche ese agujero negro en el que caía el equipo blanquiazul se convertiría en cenizas con la esperanza de resurgir, como el ave fénix, durante la temporada que viene. Tras las brasas seguiría la fiesta, que para no pocos duraría hasta recibir la luz de un nuevo día. 

Lo que desgraciadamente no suele cambiar son las toneladas de residuos que se dejan en los arenales de la capital malagueña, huella indiscutible de la cara más desagradable de la celebración. Para la limpieza de las playas, la empresa Limasam ha organizado un dispositivo de 218 operarios. Los trabajos comenzarán a las 5:30 de la madrugada del 24 de junio para dejar listas las playas en perfecto estado antes de las 10:00 para los bañistas. 

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