Nunca antes, al menos en la historia reciente de Cruz Roja España, se habían encontrado tan desbordados como ahora por una afluencia masiva de personas que acuden a la organización a pedir alimento y la cobertura de las necesidades más básicas. Por ello, en el balance de 2013 en Málaga que hicieron ayer tanto el presidente provincial, Antonio Morales, como el coordinador, Samuel Linares, se destacaron unas cifras que hablan por sí solas. En tan sólo un año se ha incrementado en un 200% las personas atendidas en su programa de la lucha contra la pobreza y la exclusión social en la provincia. En el último lustro, se han multiplicado por 12 los usuarios a los que se les han entregado alimentos, ropa o prestaciones económicas para hacer frente a los suministros de luz y agua o a los pagos de alquiler o hipoteca.

Si en 2008 los usuarios que acudían a Cruz Roja en condiciones de pobreza no llegaban a los 2.000, en cinco años esta cantidad ha crecido hasta las 23.200 personas. Esto hizo que el año pasado, las familias afectadas por la crisis, sin hogar o en riesgo de exclusión supusieran el 93% del total de usuarios de esta organización. "En los años 2004 ó 2005 la entrega de alimentos procedentes de la Unión Europea se fue abandonando porque era una ayuda muy asistencial y Cruz Roja apostaba por procesos integrales, pero ahora el reparto de productos es una de nuestras actividades principales", explicó ayer Samuel Linares.

Aseguró el coordinador provincial de Cruz Roja que se han visto forzados a un cambio en la metodología porque "las personas que llegan lo primero que quieren es alimentos y ayuda básica, nunca habíamos visto a gente en la puerta llorando o peleándose por comida". Es tanta la tensión que sufren a diario los voluntarias que "hemos puesto un servicio de ayuda psicológica a las personas que atienden", agregó Linares, que también destacó que en Málaga el crecimiento de la pobreza "ha sido más exponencial que en otras provincias andaluzas".

Según las cifras presentadas ayer en el balance de 2013 en Málaga, el 19% de los usuarios de Cruz Roja carece de algún tipo de ingreso y el 27% de los hogares atendidos tienen todos sus miembros en situación de desempleo. Por ello, como destacó Antonio Morales, un tercio de los usuarios sin ingresos recurre a familiares para comer o se reubican en las casas de sus mayores ante la imposibilidad de mantener su propia vivienda. El 25% de los usuarios acumula retrasos en el pago de la hipoteca, el alquiler o el suministro de luz y agua.

Casi un 10% de los atendidos por Cruz Roja ha perdido su vivienda habitual y uno de cada cuatro no puede comer alimentos con proteínas al menos tres veces a la semana. El 38% tampoco puede poner la calefacción en invierno. El año pasado se evitaron el corte en el suministro en 500 hogares. En cuanto al perfil de los usuarios en el programa de Lucha contra la pobreza, en un 63% son mujeres, tienen entre 25 y 54 años y en casi un 70% son de nacionalidad española.

Dentro del paquete de medidas que pone en marcha la organización, favorecer la inserción laboral a quienes tienen especial dificultad para la empleabilidad es clave. En 2013 participaron 1.473 personas en acciones del Plan de Empleo de Cruz Roja. En los proyectos de itinerarios se ha conseguido una inserción en el mercado laboral de un 41%. "Esto es gracias a que tenemos 58 convenios firmados con empresas colaboradoras", explicó Linares, que también resaltó que más de 600 personas se formaron para mejorar sus competencias técnicas y estratégicas. "Pero todo esto no sería posible sin el capital humano, que es el más importante", como destacaron los responsables de la organización en Málaga.