La autovía de la Axarquía a Málaga: del colapso diario a cinco grandes atascos en dos semanas

En dos semanas, este punto de la autovía ha sufrido cinco retenciones kilométricas

Sigue la guerra entre el PP y el subdelegado en Málaga por los atascos en la A-7

Camión accidentado que provocó 12 kilómetros de atasco a la entrada de Málaga. / M. H.

Paciencia. Es el mantra que con resignación se repiten cada mañana quienes tienen que circular por la autovía que conecta la comarca de La Axarquía con Málaga capital. La sensación generalizada desde hace tiempo es que la A-7 (en su estado actual) no da para más, especialmente entre Rincón de la Victoria y la capital, el tramo que soporta más alta densidad de vehículos y donde cada día se acaban atascando los coches que salen de este municipio, con los que llegan desde otros puntos más al este de la provincia, como Vélez-Málaga, Torre del Mar, Algarrobo, Torrox o Nerja. En apenas dos semanas, cinco grandes atascos han servido para que la evidencia caiga por su peso y que se ponga el foco en este punto de la A-7. El último de ellos este mismo miércoles. También han valido para avivar la guerra entre el PP de Málaga, con el alcalde de Rincón de la Victoria, Francisco Salado, a la cabeza, y la Subdelegación del Gobierno, encarnada en Javier Salas.

La cuestión es que este no es un problema nuevo, ni mucho menos. Las retenciones se producen a diario desde hace bastantes años, en la hora punta de desplazamientos al trabajo o la universidad. El esquema se repite de lunes a viernes: lo peor suele estar en torno a las 8:00 horas y, como mínimo, las retenciones alcanzan entre tres y cuatro kilómetros, según información del Centro de Gestión del Tráfico de Málaga. Tanto esa así que la mayoría ya ha asumido que para llegar a tiempo tiene que salir de casa una hora y media antes para recorrer un trayecto que, en circunstancias de fluidez del tráfico, se completaría en unos 40 minutos.

Con estas mimbres, el colapso está garantizado a la más mínima incidencia. Un pequeño alcance, un vehículo averiado en el arcén, un desprendimiento, alguna obra, camiones inmovilizados en la vía tras un accidente... Y es lo que ha pasado en este inicio de noviembre. En las dos últimas semanas cinco grandes atascos han convertido la autovía a su paso por Rincón de la Victoria en una ratonera. Primero, el 30 de octubre, un camión averiado desde la noche anterior obligó a cortar el carril derecho, generando una fila de coches que llegaba desde La Cala del Moral a Vélez-Málaga. Más de 12 kilómetros de retenciones, en plena hora punta. Quince horas estuvo dicho camión obstaculizando la circulación, porque la DGT no tiene grúas para retirar camiones o autobuses averiados en Málaga.

El 5 de noviembre, el vuelco de otro camión que colisionó con un coche averiado en el arcén provocó otros seis kilómetros de retenciones, también en el entorno de Rincón de la Victoria. En Concreto, en el km 965 en Chilches. Cinco días después, el lunes 10 de noviembre, ocurría algo similar pero por la tarde, cuando el acceso a la capital desde esta zona de la provincia se volvieron a complicar por el atropello de un jabalí que obligó a cerrar uno de los dos carriles, dejando retenciones de cuatro kilómetros. Los dos últimos episodios han tenido lugar este martes y miércoles. El martes, con 10 kilómetros de atasco por la avería de un camión con remolque a las 7:15 horas que llevó a cerrar el carril derecho; y este miércoles otro camión averiado provocó unos 12 kilómetros de atasco.

Los sucesivos bloqueos de la autovía en estos días, además de atascar también la N-340 –la antigua carretera que discurre por la costa–, han agudizado la guerra abierta entre el PP de Málaga y el subdelegado del Gobierno a cuenta de la movilidad. Ayer, los populares culparon de estos problemas al Gobierno central por su "desidia" y "menosprecio" a la provincia, y reactivaron la recogida de firmas para exigir al Ejecutivo que planifique y ejecute ya el tercer carril en la A-7. En el centro de la diana de sus críticas, el PP sitúa al subdelegado, Javier Salas, quien a ojos del alcalde de Rincón debería dimitir “por la incompetencia que está demostrando para solucionar los problemas de la provincia”.

Salas, que no tardó en responder ayer, dijo que “la sobreactuación y la demagogia del PP no tiene límites” y recordó que Ministerio “ya está trabajando en la ampliación de la A-7 tanto oriental como occidental”. Subrayó, además, que el los populares “está pidiendo algo que, por cierto, ellos nunca hicieron ni pidieron a los gobiernos del PP”, por lo que los acusó de "sectarismo". Salado, por su parte, aseguró que "no es confrontación, sino reivindicación de algo que es de justicia".

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