Marítimas

Un nuevo barco inactivo en el Puerto de Málaga

  • Atracado desde octubre en el muelle 4 el buque de rescate ‘Sea-Eye’

  • Sus dueños barajan repararlo, desguazarlo o cederlo

'Sea-Eye’ amarrado inactivo desde octubre en el muelle de Heredia.

'Sea-Eye’ amarrado inactivo desde octubre en el muelle de Heredia. / J. C. Cilveti

Cumplidos ya dos meses desde su llegada, el buque de rescate Sea-Eye espera atracado en aguas malagueñas para ver cual será su futuro. Propiedad de la organización humanitaria Sea-Eye, una ONG alemana creada en 2016, este barco, un antiguo pesquero con 60 años de vida de mar, entraba al puerto de Málaga a principios del pasado mes octubre para realizar una rápida reparación en su máquina.

Con la curiosidad de haber pedido un amarre en la zona de yates; un hecho que la Autoridad Portuaria no pudo proporcionarle, este barco con bandera de Holanda y matrícula de Ámsterdam desde entonces permanece amarrado sin actividad en el muelle de Heredia. Tras fracasar un intento de reparación y después una tentativa fallida de salida, ahora, el Sea-Eye espera que sus propietarios decidan cuáles serán sus próximos pasos.

Tomada como primera medida la reducción drástica de su tripulación (desde hace uno días a bordo del Sea-Eye sólo queda una persona), los armadores de este barco que ha trabajado en el rescate de náufragos de pateras en diversas localizaciones del Mediterráneo, están barajando diferentes opciones de futuro para este viejo pesquero reconvertido en buque de salvamento.

Este barco ha trabajado en el rescate de náufragos de pateras en el Mediterráneo

Manteniendo como primera posibilidad una reparación provisional de su máquina que le permita navegar a un puerto alemán para que allí se le ejecute una completa puesta a punto, esta intención, la que originariamente trajo a Málaga al Sea-Eye, parece que podría tener otras opciones muy diferentes. Según ha podido saber Málaga Hoy, este buque de rescate podría cambiar de puerto o ser vendido para desguace; dos posibilidades de futuro que pasarían por una tercera que lo llevaría a una localidad holandesa para ser expuesto en un museo.

Frente a estas opciones y con el añadido en positivo de que el barco mantiene a un consignatario que lo representa (una circunstancia que por el momento posibilita el cumplimiento de sus obligaciones y la imposibilidad de que el barco sea abandonado), la estancia del Sea-Eye en aguas malagueñas parece que se prolongará bastante tiempo.

Un nuevo atraque de un barco inactivo que se sumaría al del Ratibor que, llegado en 2015, espera en la actualidad para ser subastado en la desembocadura del río o el Eider, conocido como el barco de la droga que tras ser vendido por adjudicación directa en julio de 2016 permanece inmovilizado judicialmente en el espigón pesquero norte.

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