El mal estado en el que se encuentra el cadáver que la semana pasada fue hallado enterrado en la urbanización El Paraíso, situada en Benahavís, está complicando el trabajo de los expertos para arrojar luz sobre la identidad de la víctima. Los últimos avances en la investigación han revelado que el cuerpo corresponde a un hombre que llevaría enterrado entre seis meses y un año, según indicaron a este periódico fuentes del caso. Presentaba un impacto por arma de fuego en la cabeza y tenía las manos atadas. A pesar de que la tarea no resulta sencilla debido al avanzado estado de descomposición, dado que las características físicas pueden estar alteradas, las técnicas forenses actuales hacen que sea probable que su identidad pueda conocerse en los próximos días.

Los investigadores, según indicaron las mismas fuentes, han descubierto huellas dactilares en la ropa del finado, que la Policía Científica está analizando. Los trabajos se centran en la extracción de muestras de ADN, que se cotejan con la base de datos policial de desaparecidos y cadáveres no identificados.

El hallazgo del cuerpo se remonta al martes de la semana pasada, cuando un operario que se encontraba realizando unas obras de movimiento y retiraba escombros con una máquina descubrió que bajo tierra perecía una persona. El finado se encontraba, a escasa profundidad, en la zona ajardinada de uno de los chalés de las múltiples urbanizaciones que alberga el municipio de Benahavís. La vivienda, que había estado deshabitada, iba a ser derribada.

Una llamada a la Guardia Civil alertaba de lo sucedido. Hasta el lugar se personaron efectivos de la Policía Judicial , que se hicieron cargo del caso. Allí tomaron huellas para tratar de encontrar alguna pista que permitiera identificar el cadáver del individuo y el esclarecimiento de las circunstancias en las que se produjo el suceso. La hipótesis que continúa cobrando más fuerza es que se trata de un homicidio.

Tras personarse la comisión judicial, el cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal (IML), donde permanece a la espera de que finalicen los análisis que permitan arrojar luz a la investigación.