"Estos datos corroboran la respuesta de la sanidad: Málaga está a la cabeza en número de trasplantes, hay aumento de las donaciones... Eso es una capacidad de garantía, eficiencia y calidad del sistema de salud en la provincia". Con estas palabras defendió ayer el delegado del Gobierno andaluz en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, el sistema sanitario público local después de que los profesionales sanitarios y dirigentes sindicales consultados por este periódico calificaran el periodo estival como "el peor verano" en el sector debido "a las restricciones en la contratación".

"Las Urgencias están garantizadas y el Plan de Vacaciones se ha realizado respecto a las experiencias que tenemos de otros años", agregó el gerente de los hospitales Clínico y Regional de la capital, Emiliano Nuevo, quien matizó que dicho plan "no tiene nada que ver" en su fase inicial con lo que se tiene ahora "porque se va contratando según las necesidades y las circunstancias del día a día".

Este déficit de recursos ha motivado dimisiones de al menos tres cargos intermedios, hartos de tener que hacer encaje de bolillos para mantener la asistencia con el grifo de la contratación cerrado. Aun así, la Administración pidió "tranquilidad absoluta". "La población tiene que estar tranquila porque la asistencia está garantizada de forma eficiente y de calidad. No tiene que haber miedo porque tenemos unos magníficos profesionales que se están implicando", agregó Nuevo, recalcando de nuevo el valor de la sanidad pública malagueña.