Málaga

Desescalada Málaga: La vanguardia contra el coronavirus

  • Profesionales de Neumología del Hospital Clínico lucharon en primera línea apelan a la responsabilidad

  • Destacan el miedo a llevar el virus a sus familias, la impotencia por la soledad de los pacientes y el orgullo por el trabajo realizado

Equipo de Neumología del Hospital Clínico.

Equipo de Neumología del Hospital Clínico. / M. H.

La vanguardia de un ejército es la parte que avanza en la delantera y que se mantiene más cerca del enemigo. Y eso han sido los profesionales de Neumología del Hospital Clínico en esta pandemia: la vanguardia contra el coronavirus. La especialidad es la que se encarga de las patologías del aparato respiratorio, contra el que precisamente se ceba el Covid 19.

“He llorado; con pacientes, con sus familiares y con compañeros”. A sus 53 años, José Luis Velasco, el jefe de Neumología del hospital, no tiene remilgos en confesarlo. “Y ahora, si me aprieta, se me saltan las lágrimas. Hemos aprendido a llorar y a reír juntos porque es una forma de acompañar”, añade.

Los profesionales del área no estuvieron solos. Cuando empezaron las primeras hospitalizaciones, el Clínico constituyó una unidad multidisciplinar entre Neumología, Infecciosos y Medicina Interna para responder a estos pacientes. Después, a medida que aumentaban los ingresos, se fueron sumando profesionales de otras especialidades. “La organización fue un acierto. Hicimos una unidad multidisciplinar entre Neumología, Medicina Interna e Infecciosos y luego se fueron poniendo disponibles facultativos de todas las especialidades”, explica Velasco.

Los profesionales confiesan que la incertidumbre de enfrentarse a un patógeno desconocido y la presión asistencial les supuso mucho estrés. Pero destacan el orgullo del trabajo realizado y la satisfacción de haber podido ayudar a decenas de pacientes. “Había que tomar decisiones... Muchas, rápido y con escenarios cambiantes. Era difícil, pero el equipo respondió y se hizo fácil”, asegura el responsable de Neumología.  Recuerda que, hace muchos años, cuando hacía el MIR, en su rotación por Infecciosos, asistió al estallido del sida. Es, junto con el Covid, lo más duro que ha vivido como médico.

"He llorado; con pacientes, con sus familiares y con mis compañeros”, dice el jefe de Neumología

Los profesionales coinciden en los sentimientos experimentados durante esta crisis. Entre ellos, el miedo a infectarse con el virus y transmitirlo a sus seres queridos. Eva Cabrera, neumóloga del servicio, relata:“Todos teníamos un poco de miedo porque es algo desconocido. Sobre todo, nuestro temor era por contagiar a la familia”.

Nunca antes se había puesto un equipo de protección individual (EPI), esos monos en los que tienen que embutirse cada vez que van a asistir a un paciente Covid. Pero ella se queda con el orgullo por la labor asistencial y humana realizada. “Somos un equipo y hemos trabajado muy juntos”, dice.

La neumóloga es responsable de la consulta de deshabituación tabáquica del Clínico. Durante las semanas más duras de la pandemia, atendía a sus pacientes no Covid por teléfono para que no tuvieran que acudir al hospital y luego echaba una mano en la planta de los enfermos Covid. Dice que hizo de médico, pero también de psicóloga. “Atendemos a personas y hay que tener empatía. Al final, también hemos hecho apoyo psicológico porque los pacientes estaban solos y con miedo”, resume.

"Este es un momento oportuno para dejar de fumar", afirma la responsable de la consulta antitabaco

Los profesionales precisamente destacan su impotencia ante estos sentimientos de los pacientes infectados de coronavirus. “Sí, he visto gente morir en esta pandemia. En realidad, esto ocurre desde que empezamos a ejercer nuestra profesión. Lo más llamativo en esta situación ha sido la soledad de los enfermos. Por eso intentamos darles alternativas, como las videollamadas. Es duro, sí. Para el paciente y para sus familiares”, sintetiza Velasco. Ahora, la pandemia les ha dado un respiro. El Clínico tiene en la actualidad media docena de personas ingresadas con este virus. En el pico de casos llegó a sumar cerca de 250.

Los profesionales –que se exponen al contagio para curar a los demás, que han visto morir a algunos enfermos y que han asistido al sufrimiento de las familias– instan a cumplir a rajatabla las medidas para contener el patógeno mientras no haya una vacuna. Ya se sabe: distancia social, higiene frecuente de manos y mascarilla.

“Me siento orgullosa de haber ayudado. El mejor aplauso de la población ahora es que actúe con responsabilidad”, dice la facultativa. Velasco alerta de que puede haber un rebrote y que no hay vacuna, por lo que también hace hincapié en la importancia de respetar las medidas de seguridad.

Por su parte, la neumóloga –cuyo trabajo se centra en la deshabituación tabáquica– lanza una advertencia. Recuerda que los fumadores tienen sufren más hospitalizaciones por Covid, más complicaciones, ingresos en UCI y mortalidad respecto a los que no tienen la adicción. Por ello, no desaprovecha la ocasión e insiste en un mensaje: “Este es un momento muy oportuno para dejar de fumar”.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios