Los enfermeros sostienen que se vulnera su derecho a ocupar puestos directivos y cargos intermedios en el Servicio Andaluz de Salud (SAS). Denuncian que se les impide ocupar la dirección de centros de salud o de unidades de gestión clínica de un hospital pese a tener un título de grado y estar cualificados para ello. El Consejo Andaluz de Enfermería (CAE) ha puesto ya medio centenar de recursos administrativos contra convocatorias del SAS para cubrir 48 cargos de gestión en las que se les excluye. Además, el CAE avanza que si la “discriminación” no se corrige interpondrá una “impugnación judicial”.

Para el presidente del CAE, José Miguel Carrasco, “la profesión viene permanentemente solicitando un cambio en esta materia para poner fin a los obstáculos con que se topan numerosos profesionales de enfermería, que cuentan con la cualificación y la preparación exigidas”.

La situación tiene su origen en el Tratado de Bolonia, que unifica como grados a las carreras. Pero la falta de la transposición normativa –que debe hacer el Gobierno central– hace que pervivan los niveles A 1 y A 2. Los enfermeros están dentro de este último. El SAS, en sus convocatorias, interpreta que para cubrir puestos directivos y cargos intermedios uno de los requisitos es ocupar el nivel A 1; lo que excluye de la posibilidad de acceder a la carrera de gestión a los enfermeros, un colectivo formado por 43.000 profesionales en Andalucía.

Se da la paradoja de que hace unos daños, los enfermeros sí podían acceder a dirigir un centro de salud o una unidad de gestión de un hospital. Pero ahora se ha bloqueado esa posibilidad, frente a lo que el CAE expresa su “rechazo, oposición y descontento”.

Carrasco argumenta que tras la implantación del Tratado de Bolonia, en la educación universitaria, “todos somos grados y por lo tanto, somos iguales”.

De ahí que el CAE –organización que agrupa a los colegios profesionales de enfermería de la comunidad autónoma– considere que esa falta de transposición normativa por parte de la Administración central perjudique al colectivo y que la interpretación del SAS suponga una “discriminación entre categorías profesionales para el desempeño de puestos de responsabilidad en la dirección de las unidades de gestión clínica y coordinadores de dispositivos asistenciales de Salud Mental”. En la práctica, supone que los médicos pueden acceder a la carrera de gestión, pero los enfermeros no.

“Es claramente demostrable que la gestión realizada por los profesionales de enfermería en puestos de dirección ha sido totalmente satisfactoria, estando capacitados y formados en la materia de gestión y competencias de dirección en sus currículums académicos”, esgrime el CAE en un comunicado hecho público para fijar su posición sobre el tema.

Antes de esas 48 convocatorias, el SAS ponía como requisito que el candidato estuviera en la posesión de un título de grado; de modo que los enfermeros podían concurrir. De hecho, hay profesionales de esta categoría en puestos de gestión. Pero en estas últimas, ya se incluye el requisito del nivel A 1, lo que excluye a los enfermeros. “Exigimos garantías para los profesionales de enfermería, actualmente enmarcados en titulaciones del grado del grupo A2, para que puedan optar a puestos directivos y de cargos intermedios en condiciones de igualdad con el resto de profesionales sanitarios”, reivindica Carrasco.