Hace unos días, el puerto malagueño cumplimentó dos operativas consecutivas relacionadas con la exportación de mercancías peligrosas. Teniendo como destinos la localidad eritrea de Massawa y la surinamesa de Paramaribo, el muelle número nueve fue el encargado de vehiculizar respectivamente cargamentos de explosivos y nitrato amónico; unos productos gestionados con unas muy significativas medidas de seguridad que están presentes en los trabajos portuarios malacitanos desde hace ya tres años.

Iniciados estos embarques en 2020, estas exportaciones comenzaron con partidas únicas de nitrato amónico destinadas a puertos de Marruecos, Mauritania, Túnez y Eritrea. Ejecutadas siete operativas en ese año, 2021 amplió a diez los embarques con el añadido de combinar el transporte de este producto con determinados tipos de explosivos; unas mercancías destinadas fundamentalmente a la fabricación de fertilizantes y a la industria minera y de infraestructuras.

Mantenido este tráfico siempre a demanda, en marzo del pasado año, la exportación malagueña de nitrato amónico dio un salto trasatlántico posicionándose en América de sur. Completada una primera singladura con destino a Surinam, hasta la fecha, tres han sido los envíos que han viajado al puerto de Paramaribo; el último de ellos el realizado hace tan solo unos días a cargo del buque Argo, un mercante de 108 metros que navega bajo la bandera de Antigua y Barbuda.

Extremadas las medidas de seguridad, las operativas de carga de estos productos que hasta el momento siempre se han realizado en la terminal de contenedores por ser la zona más adecuada al estar alejada del núcleo urbano, participan de unos protocolos de actuación muy estrictos.

Llegada la mercancía por carretera, el acceso al recinto portuario está coordinado para que el embarque se realice de forma directa, es decir, que el camión que transporta el producto llegue junto al barco para cargar sin ningún tipo de demora. Con esta premisa a la que habría que añadir que los transportes no pueden quedar estacionados a la espera de efectuar sus respectivas operativas, en lo que llevamos de año, la exportación de nitrato amónico combinado con o sin explosivos ya ha escenificado nueve salidas desde Málaga. Unos embarques a punto de igualar a los que se realizaron en 2021 y que con toda seguridad los superarán antes de que finalice del presente ejercicio.