Municipal

Los hosteleros cerrarán el día del alumbrado si el Ayuntamiento no cambia los límites de ruido

  • Mahos exige a De la Torre una nueva zonificación que asuma el carácter turístico del Centro

  • De la Torre se abre a estudiarlo pero subraya la dificultad de avanzar en este camino

Asamblea de Mahos,  con la asistencia del alcalde.

Asamblea de Mahos, con la asistencia del alcalde. / Javier Albiñana

El sector hostelero de Málaga cerrará los locales del Centro histórico el próximo 30 de noviembre, coincidiendo con el encendido del alumbrado de Navidad, si el Ayuntamiento no se aviene a activar el mecanismo con el que modificar el plan antirruido aprobado por el Pleno, en el sentido de reconsiderar del casco antiguo como zona turística y no residencial. Una variación que, legalmente, permite elevar los límites máximos de ruido en diez decibelios, diluyendo la amenaza de la saturación acústica en varias calles.

El ultimátum ha sido comunicado por el presidente del colectivo Mahos, Javier Frutos, tras casi cuatro horas y media de asamblea, en tres de las cuales ha sido protagonista el alcalde, Francisco de la Torre, que se ha sometido al interrogatorio de los cerca de 200 empresarios asistentes al cónclave y ha expuesto la posición municipal en este asunto. Al término del encuentro, Frutos ha valorado la apertura al diálogo del regidor, dando a conocer la decisión de "suspender" las medidas de protesta anunciadas para finales de mes, aunque con una condición evidente. "Quedan suspendidas pero si no es la zonificación que reclamamos iremos a la no apertura", ha precisado.

No es nueva la demanda del sector, con la que vienen a solicitar una realidad ya existente en otras urbes como Sevilla, Córdoba o Granada. "Eso no implica más que adecuar la realidad de Málaga; es la mejor medida para la convivencia del centro porque permitirá concretar el caso de cada calle", ha insistido Frutos. Los datos manejados por el área de Medio Ambiente, por el contrario, relativizan el beneficiado de la medida, al señalar que incluso elevando los límites acústicos, la mayoría de las vías ya analizadas seguirían superándolos.

La exigencia de la patronal queda verbalizada después de que el propio mandatario local se abriese a estudiar esta posibilidad. "A nada digo que no”, ha afirmado en un momento de su intervención, aunque advirtiendo de que desde la Gerencia de Urbanismo se viene subrayando desde hace años la dificultad legal de ir por ese camino. No era fácil el reto De la Torre. Se ha mantenido firme al considerar "inexorable" la aplicación del acciones para rebajar el impacto sonoro en 98 calles del Centro y 5 del entorno de El Romeral, al tiempo que se ha abierto incluso a realizar "nuevas mediciones" conjuntamente con los empresarios.

La reunión de ha estado antecedida por la mañana por otro encuentro de los responsables de Comercio y Medio Ambiente con Mahos. De la misma ha surgido el compromiso del equipo de gobierno de elaborar un protocolo con el que "tranquilizar" y "dar seguridad jurídica" a los hosteleros en lo tocante a la renovación de licencias de terraza en las calles que puedan ser declaradas acústicamente saturadas. "Estamos arremangándonos, más claro el agua", ha enfatizado el alcalde.

Este documento deberá recoger de manera precisa los criterios que deben cumplir los empresarios afectados, demostrando una actitud "proactiva" en la toma de medidas para rebajar el ruido. Mahos ha propuesto, además, que antes de ir adelante con las ZAS se pida a la Junta de Andalucía una aclaración sobre el decreto 155, que regula los espectáculos públicos y actividades recreativas, y la interpretación que se puede hacer del artículo 11.2.

"No somos enemigos, ni adversarios, ni indiferentes, somos amigos vuestros, pero hay que actuar con el esfuerzo de todos”, ha insistido De la Torre. Muchos de los presentes han expresado su disconformidad con la actuación municipal. Entre ellos el empresario Rafael Prado. "No hay un sector que le haya dado más confianza que el nuestro, hemos dado la cara en momentos difíciles; no sé cómo un sector minoritario puede imponer su justicia", ha dicho en alusión a los vecinos. "No queremos promesas, queremos papeles", ha apostillado.

Y De la Torre ha respondido con contundencia: "Son datos que no podemos esconder, no construyamos mensajes lastimeros, de queja; vuestro sector ha hecho mucho por la ciudad, pero van bien las cosas; hagamos las cosas de tal manera que no se vuelva en contra”. Al tiempo, ha reclamado un esfuerzo para tratar bajar la "conflictividad" con los vecinos. De manera anecdótica le recomendó a Prado que regale flores a los clientes que guarden silencio y colaboren a no superar los límites acústicos. "Os haríais populares", ha apuntado.

El regidor ha mostrado su preocupación con que en la situación actual se traslade la imagen de una ciudad "en la que no cabe más gente", en la línea de lo ya ocurrido en Barcelona. "Estoy con vosotros y estaré hoy y siempre, quiero ayudar al sector en todos los sentidos... Pero sin pasarnos", ha enfatizado.

Otro asunto que el regidor se ha comprometido a estudiar es el relativo a los posibles efectos que la aplicación de una moratoria a nuevos bares y restaurantes podría tener sobre los precios de alquiler de los locales. De la Torre ha dicho "no entender que la licencia la tenga el local y no el titular del negocio" y el concejal de Medio Ambiente ha informado de que Comercio va a "ver una fórmula para que el casero no pueda tener la sartén por el mango".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios