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La curva de la pandemia en Málaga: cronología de una crisis

  • Cronología de cómo Málaga fue impasible antes del decreto de alarma, pese a los precedentes, y evolución de los datos desde el comienzo de la crisis

Un mes con la pandemia: entre lo que pudimos evitar y lo que estamos evitando

Un mes con la pandemia: entre lo que pudimos evitar y lo que estamos evitando / J. Albiñana

El viernes 28 de febrero, día de Andalucía, se detectaron los primeros cuatro casos de coronavirus en la provincia de Málaga. Ha pasado un mes desde entonces. En concreto, 29 días en los que los positivos han ido aumentando hasta llegar a 1006, según la última actualización oficial. 29 días en los que han fallecido 46 personas que habían sido diagnosticadas previamente, la mayoría con patologías previas. 29 días en los que las calles de Málaga han cambiado el bullicio habitual por el silencio, el ajetreo constante provocado por los miles de turistas llegados por mar y aire por el único deambular de los agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, las ambulancias y los camiones de Limasa. 29 días en los que la sociedad ha pasado del escepticismo al miedo, de la cultura del abrazo a la deshumanización del confinamiento. Las conversaciones con cañas en las terrazas ahora son a través videollamadas desde el sofá de casa y hasta el trabajo, en la mayoría de los casos, ha sido recluido al único espacio privado, el hogar. La vida ahora solo late desde las ventanas y balcones a las 20:00 y la primavera, que ha llegado entre tanto a destiempo, no tiene quien la mire. 

Lo que ha sucedido desde el pasado día 28 de febrero quedará indeleble en la memoria y en la historia, pero la crisis comenzó mucho antes de esa fecha. Aunque parezca lejano, el coronavirus venía ocupando titulares semanas antes y todo apunta a que ya estaba en activo: “Estimamos que hacia la última semana de febrero es cuando se produjo el contagio importante en algunas partes del territorio español”, reconoció el jueves el ministro de Sanidad, Salvador Illa, apuntando sobre todo a la Comunidad de Madrid, el epicentro de la pandemia en el país. ¿Qué hacíamos por entonces?

Los primeros brotes de coronavirus aparecieron en Wuhan, China, a finales de diciembre. Antes de que la situación se desbordara en España en la segunda semana de marzo, el país había sido observador pasivo de la expansión de la ahora denominada pandemia por Irán o, más cerca, Italia. Parece que, por entonces, se pensaba que aún estaba lo suficientemente lejos porque la vida no hizo amago de frenar. 

Afición del Unicaja durante el campeonato. Afición del Unicaja durante el campeonato.

Afición del Unicaja durante el campeonato. / J. Albiñana

Entre el 16 y el 19 de febrero, Málaga fue sede de la Copa del Rey de baloncesto, un evento deportivo que se saldó con llenos durante los cuatro días: unas 10.000 personas venidas de distintas ciudades de España (Barcelona, Madrid, Tenerife, Bilbao, Valencia o Zaragoza) se dieron cita en el Martín Carpena para la celebración deportiva. Cuatro días después, el día 23, La Rosaleda se llenó como hacía tiempo que no ocurría para ver vencer a un Málaga liberado tras el relevo de los Al-Thani. Hubo cerca de 20.000 espectadores. Por entonces, Italia ya había aislado a 11 municipios y confinado a más de 66.000 personas para frenar la propagación del virus. 

Entre el 21 de febrero y el 1 de marzo, el Carnaval llenó las calles aledañas al centro de la capital de música y fiesta aunque ya venía congregando a la multitud desde el día 13 en el Teatro Cervantes para disfrutar del certamen de comparsas, coros y chirigotas. Esta fiesta se celebra también en multitud de municipios de la provincia y mueve a los vecinos de una localidad a otra para disfrutar de las distintas tradiciones. 

Uno de los pasacalles de Carnaval. Uno de los pasacalles de Carnaval.

Uno de los pasacalles de Carnaval. / J. Pedrosa

Entre el 26 y el 28 de febrero se alternaron diferentes actos para celebrar el día de Andalucía y durante los primeros días de febrero, mientras que aparecían los primeros consejos relativos a extremar la higiene y el país superaba el centenar de casos, el servicio de limpieza de la UMA se puso en huelga, más de 5.000 personas protestaron en la capital contra el decreto de escolarización de la Junta y las competiciones deportivas siguieron su rumbo: entre el 5 y el 8 de marzo, la capital acogió la Copa de España de fútbol sala y entre el 6 y el 8, en Antequera se celebró el campeonato de España de Atletismo Máster, con 1.800 participantes de todo el país. 

El 6 de marzo, los hoteleros ya cifraban en un millón las pérdidas causadas por la emergencia del coronavirus pero todo seguía inmóvil. El 7 de marzo, la que fuera presidenta del Congreso y dirigente popular, Ana Pastor, participó en un encuentro del partido en Málaga junto a las figuras más destacadas. Tres días después, dio positivo por contagio. El 8 de marzo, 15.000 personas según la Policía y 45.000 según los organizadores salieron a las calles de la capital para clamar por la igualdad y más de 20.000 espectadores acudieron a La Rosaleda para ver el partido del Málaga contra el Zaragoza

Imagen de la manifestación del 8M. Imagen de la manifestación del 8M.

Imagen de la manifestación del 8M. / Marilú Baez

Y solo entonces llegó el punto de inflexión: el lunes 9 de marzo, mientras en Málaga se registraban 42 positivos, Madrid suspendió las clases y la Bolsa se dio su primer batacazo. Un día después, el presidente de la Junta de Andalucía visitó la capital arropado por alcaldes e instituciones y dijo que en la comunidad autónoma no había motivos para actuar como en la capital. Horas más tardes, el Ayuntamiento anunció la suspensión del Festival de Cine y el Gobierno central canceló las conexiones con Italia. El 11 de marzo, Málaga era considerada “zona de contención” por la Administración autonómica con 77 casos y el coronavirus, una pandemia, según la Organización Mundial de la Salud. El día 12, la Junta suspende las clases durante dos semanas y las competiciones deportivas se paralizan. Faltaban aún dos días para que el Gobierno decretara el estado de alarma y los movimientos de los españoles quedaran limitados al mínimo. Ocurrió el 14 por la noche; lo que vino después, ya se ha contado. 

A lo largo de este mes, las cifras han aumentado día a día dibujando la curva que ha provocado que el país esté clausurado en sus casas. Los casos pasaron en la primera semana de cuatro a 18; en la segunda, de 18 a 128; en la tercera, de 128 a 424, y en esta cuarta, de 424 a 1006. El crecimiento es exponencial pero los expertos ponen la lupa sobre el ritmo del mismo. En la provincia de Málaga, de media por cada una de las semanas, la velocidad con la que los contagios han subido ha sido de un 26, un 33, un 19 y un 13% respectivamente. A día de hoy, la incidencia en la provincia es de 61 infectados por cada 100.000 habitantes.

Hay que tener en cuenta que en todo momento se habla de casos confirmados, un valor que refleja el aumento de los infectados bajo la capacidad de las autoridades de detectarlos. Como varios expertos han apuntado, los contagios reales son mucho mayores, prueba de ello es el aumento de casos que se ha visto en los últimos días tras comenzar a realizarse los test a un mayor espectro de población. Asimismo, la información oficial que suministra la Junta de Andalucía es limitada y está sometida a cambios de estrategias, lo que hace aún más difícil hacer análisis rigurosos

Aún así, a groso modo, habría otra opción de observar la evolución de la pandemia: analizando las curvas de hospitalización y de fallecidos. En la semana del 14 al 20 de marzo, los decesos aumentaron de media al día un 41% mientras que en la siguiente, entre el 21 y el 27, lo hicieron un 13%. El porcentaje de muertes por casos confirmados es, actualmente, de un 4,6%. En cuanto a los ingresos, en las últimas dos semanas, el ritmo de crecimiento medio ha sido de un 15 y un 28%, respectivamente. 

Otro de los factores que se toma de referencia es el tiempo de duplicación, es decir, cuántos días tarda el número de casos confirmados en doblarse. Los expertos apuntan a que este dato oscila en los primeros momentos pero tiende a converger a una cifra próxima a tres días. En la provincia, giró en torno a ese valor durante la segunda semana, es decir, entre el 13 y el 7 de marzo. Ahora, ronda los cinco días: el 27 de marzo eran 1006 los contagiados registrados, cerca del doble que el 22 de marzo (505). 

Si continúa este ritmo de propagación, el próximo 1 de abril podrían ser más de 2.000 los positivos en Málaga, pero también puede no ser así. Los expertos apuntan a que el potencial de contagio depende de dos factores: el propio virus y la sociedad. Es decir, que la curva caiga también depende de todos nosotros

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