Infraestructuras

La noria el puerto deja de girar por tareas de mantenimiento a la espera de resolver su futuro

  • La licencia de actividad expiró y se ignora si el Ayuntamiento renovará la petición de la promotora

Noria de 70 metros instalada en Muelle Heredia, en el puerto de Málaga.

Noria de 70 metros instalada en Muelle Heredia, en el puerto de Málaga. / Javier Albiñana

La noria del puerto de Málaga deja de girar después de que haya expirado la licencia de actividad con la que venía funcionando. La parálisis de la atracción era ayer visible, si bien desde la empresa se informaba de que se debía a la realización de trabajos de mantenimiento, sin precisar qué plazos se iban a alargar.

Así quedaba impreso en un mensaje que los clientes podían leer al aproximarse a la cabina de venta de entradas. El interrogante es si esta falta de servicio se extenderá en el tiempo. Y todo parece indicar que será así salvo que desde el Ayuntamiento se haya otorgado una nueva licencia de actividad a la promotora.

El escenario en el que se asienta en este momento la noria provisional, levantada en Muelle Heredia, es cuanto menos inestable en el plano administrativo y normativo. De un lado, pesa la existencia de un acuerdo por parte del Consejo de la Autoridad Portuaria adoptado el pasado mes de octubre por el que se ampliaba la autorización para la atracción hasta que se resolviese la petición de concesión realizada por la empresa para prolongar su estancia en el espacio portuario.

Es justamente este el argumento al que se agarra Mederyt para reclamar a la Gerencia de Urbanismo una nueva licencia de actividad, asunto que es objeto de análisis por parte del organismo municipal. Pero este trámite viene a coincidir con la posición técnica negativa de la Autoridad Portuaria a otorgar la concesión reclamada en las actuales condiciones de la noria. De acuerdo con el informe emitido en su momento, la estructura ocupa de manera irregular un vial secundario, entrando en conflicto con la actual Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (DEUP), en vigor desde mediados de 2017.

Ante las dudas existentes en este asunto, el Consejo del Puerto solicitó un informe a la Abogacía del Estado para conocer las opciones de ir adelante con la petición de la empresa. Un pronunciamiento que, según fuentes consultadas, era negativo, lo que necesariamente obligaría a impulsar una nueva petición de concesión y a desmontar la noria para reubicarla en condiciones adecuadas. En cualquier caso tanto el rechazo a la petición de concesión como su aceptación corresponde al Consejo de la Autoridad Portuaria y no al presidente. Una circunstancia que alarga aún más los plazos para la decisión final.

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