20 años de 'Málaga Hoy' | Tribuna

El puerto de Málaga, infraestructura de futuro

El puerto de Málaga.

El puerto de Málaga. / Javier Albiñana

En la historia milenaria del Puerto de Málaga, no cabe duda de que estos últimos 20 años han sido de profunda transformación tras largas décadas sin prácticamente cambios. ¿Y cuál será el futuro previsible de nuestro puerto en los próximos 20 años?

Permítanme analizar dos ámbitos diferenciados: la evolución de la propia infraestructura en base a las inversiones planificadas, por un lado, y la evolución de la actividad del recinto portuario por otro.

En relación al primero, el ambicioso Plan de Inversiones aprobado para los próximos años permite vaticinar una nueva y profunda transformación de la infraestructura portuaria. Pensemos simplemente en el espacio portuario-ciudadano que ya disfruta de los espacios del paseo de Levante, del entorno de la Farola, el Muelle 1 y el Palmeral de las Sorpresas.

La construcción de un hotel de lujo en la plataforma de Levante, que permitirá a Málaga entrar en el circuito exclusivo de ciudades que acogen turismo y eventos de muy alto nivel adquisitivo, la creación de un complejo de oficinas a modo de trade center en el Muelle de Heredia (transformando de manera profunda la citada vía, que crecerá en anchura y se transformará en un bulevar), la conversión en espacio expositivo de la base de la Farola y la construcción de una marina deportiva en San Andrés (proyecto ya adjudicado, y que una vez superados los trámites administrativos comenzará su construcción, siendo una realidad en el espacio de pocos años), y paralelamente la construcción por parte del Ayuntamiento de un auditorio en la plataforma de San Andrés provocarán una profunda modificación del entorno portuario, creando nuevas centralidades en la ciudad y ampliando el propio espacio del centro histórico en dirección al oeste.

Creo que podemos afirmar con satisfacción que el proceso de integración portuario-ciudadana de Málaga es un modelo de éxito que se estudia y se imita en muchos otros lugares de España, y que ha dotado a la ciudad de nuevos espacios de atracción turística, como lo prueban los más de doce millones de personas que cada año lo transitan. Como acabo de exponer, este camino se culminará en los próximos años incorporando la zona oeste a este exitoso proceso. ¿Y qué decir del futuro del puerto como infraestructura logística y mercantil? No debemos olvidar que el nacimiento del puerto, y con él de la ciudad de Malaka, se debió a un establecimiento para el comercio e intercambio de bienes.

Pues bien, esa es y seguirá siendo la vocación del puerto de Málaga. Para ello, deberemos adaptar nuestra actividad y nuestras infraestructuras a un entorno cada vez más cambiante y competitivo.

No debemos olvidar la feroz competencia que existe entre las compañías logísticas globales, y la amenaza que representan las fuertes inversiones que Marruecos está realizando tanto en Tanger Med como en un futuro próximo en Nador West.

La estrategia seguida estos últimos años de diversificación de tráficos y operaciones ha demostrado ser un acierto a la hora de afrontar las crisis que periódicamente experimenta el sector. En este sentido, y para consolidar nuestra posición como punto de importación y exportación de mercancía general, se llevará a cabo la construcción de un nuevo muelle 8 que ocupará el espacio donde actualmente se ubica pescadería.

De ese modo ganaremos una línea de atraque de más de 300 metros lineales, y un calado de 15 metros que permitirá atender adecuadamente a las nuevas demandas de transporte marítimo. Adicionalmente, se generarán en torno a 70.000 m2 de nuevo espacio logístico, absolutamente necesario para seguir creciendo. Por su parte, la actividad pesquera se trasladará a la margen derecha del río Guadalmedina, intentando que se mantenga esta actividad tradicional complementada con los ingresos derivados del turismo.

Otra de las líneas estratégicas será la conexión con África. Creo que ya no cabe ninguna duda de que este continente está tomando el relevo de Asia en muchas cadenas logísticas y de producción, y el Puerto de Málaga tiene que estar preparado para hacer frente a ese desafío. Finalmente, pero cada vez con mayor importancia, se seguirán potenciando los tráficos vinculados al turismo: los cruceros y la náutica recreativa.

Con respecto al primero, no creo que debamos esperar grandes crecimientos en el número total de pasajeros, estabilizado en torno a 500.000 al año. Pero si prevemos una cada vez mayor presencia de cruceros premium y de lujo, con todos los beneficios que ello aporta a la ciudad.

En cuanto a la náutica deportiva, la positiva evolución de la dársena de megayates, unida a la construcción de la Marina de San Andrés, convertirán a Málaga en todo un referente del mundo del yate, con el corolario de la importantísima actividad económica que se genera en torno al mismo.

En definitiva, creo que podemos esperar un futuro en el cual los cambios positivos que experimentará el puerto reforzarán la dinámica de transformación y modernización en la que se encuentra inmersa la ciudad de Málaga.

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