La provincia de Málaga, siempre referencia en muchos de los parámetros macroeconómicos del país, también lo es en dinero recaudado por multas de tráfico. Con la salvedad de las provincias vascas y catalanas, cuyas comunidades mantienen las competencias en esta materia, el territorio malagueño fue el que más aportó a las arcas del Estado en los últimos siete años, solo por detrás de Madrid. En términos absolutos, la suma que reportaron las penalizaciones en materia de circulación impuestas por la Dirección General de Tráfico (DGT) entre 2011 y el pasado mes de noviembre superó los 127,7 millones de euros.

Y ello como compensación económica por la imposición de 1.671.400 multas en este mismo intervalo de tiempo. De ellas, 256.363 se corresponden con el periodo que va del 1 de enero del año pasado al 21 de noviembre. Si bien no es el parámetro más elevado en los últimos ejercicios, aún sin haber finalizado el año crece respecto a todo 2016, cuando en sus doce meses fueron puestas 226.532 sanciones.

Todos los detalles vienen recogidos en sendas respuestas oficiales emitida por el Gobierno Central los días 5 de diciembre y 11 de enero, respectivamente. A preguntas del diputado del PSOE Miguel Ángel Heredia, el Ejecutivo desglosa de manera pormenorizada las sumas recaudadas por las infracciones detectadas en las carreteras estatales. Incluyendo el listado completo de las provincias españolas en las que tiene competencias la DGT en materia sancionadora, lo recaudado por esta vía ascendió a más de 2.476 millones de euros.

Pero, más allá de la cuestión económica, otra respuesta parlamentaria, con datos de entre 2011 y el 24 de julio del año pasado, especifica el tipo de infracción cometida por los conductores y su traslación económica (curiosamente la suma de estas cifras alcanza los 131 millones). En el caso de Málaga, preceptos de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial incumplidos que más reportaron al erario público fueron los relacionados con la circulación a una velocidad excesiva a lo permitido según los radares instalados, ya fuesen fijos o móviles. De manera más concreta, según los datos oficiales, entre 2011 y mediados de 2017, la DGT tramitó e impuso 1.037.935 multas a vehículos cazados por un cinemómetro, lo que se tradujo en una recaudación de 60,4 millones.

La gran mayoría de estas penalizaciones correspondieron a radares fijos instalados en la red de carreteras provincial, con un total de 831.280, lo que trajo consigo una recaudación de 42,1 millones de euros. Los otros 206.000 manaron de los dispositivos móviles empleados por Tráfico, con unos 18,2 millones.

Muestra del peso que estos dispositivos tiene en la labor de control que ejerce el Gobierno sobre las carreteras malagueñas es que en este territorio se localizan tres de los cinco radares que más multas ponen en todo el país y que más recaudan. En concreto, el situado en el kilómetro 256,7 de la A7 -en Rincón de la Victoria- es el tercero con más actividad al contabilizar 47.000 denuncias, que supusieron el pago de 1,78 millones de euros; el ubicado en el kilómetro 246 de la A-7, a la altura de Cerrado de Calderón, que es el cuarto con 41.552 denuncias y un importe de 1,32 millones; y e quinto a nivel nacional, el del falso túnel de Carlos Haya, con 33.062 denuncias y 1,15 millones de euros. En la actualidad, en Málaga hay 51 radares entre fijos, de tramo y móviles de los cuales seis están en la A-7, cuatro en la A-45, tres en la A-384 y cuatro en la A-397, entre otras vías.

Más allá de las infracciones detectadas por los cinemómetros, la información constata la acumulación de 44.643 multas por no llevar cinturón o el sistema de retención infantil; 38.375 por circular bajo los efectos del alcohol o las drogas, y otras 37.444 por hacerlo hablando por teléfono móvil.