Ayer tuvo lugar el pistoletazo de salida de las rebajas de verano, marcadas por la crisis económica y la subida del IVA. Esto no impidió que volvieran a repetirse las tradicionales imágenes de personas aglutinadas a las puertas de los establecimientos antes de su apertura, aunque en menor medida que en años anteriores. Enrique Gil, presidente de la Federación de Comercio de Málaga (Fecoma), afirmó "que el 2% de la subida del IVA no va a ser significativo en estas rebajas", según lo que se extrae de las encuestas del Observatorio del Comercio. Si las expectativas se cumplen, Gil prevé que acudirán en esta ocasión entre un 4 y un 5% más de malagueños que en 2009, ya que "esperan a las rebajas para gastarse los ahorros ahora que los precios son más reducidos".

Habituales, curiosos y personas que simplemente pasaban por las tiendas aprovecharon para buscar gangas y prendas útiles a un precio más asequible; pero esta vez, con el presupuesto más ajustado que en años anteriores. "Tengo una lista hecha de lo que voy a comprar para no pasarme", aseguró Jessica Rincón. "De hecho, aprovecho estos meses de rebajas para comprar ropa a los más pequeños de la casa, ya que se les queda pronto pequeña".

El ambiente que reinaba en los pequeños y grandes comercios de la capital malagueña era de pasillos y escaleras abarrotadas de gente y pocas colas en las cajas, que fueron creciendo paulatinamente a lo largo de la jornada de ayer. "Casi nunca acudo a las rebajas el primer día por el caos que se forma, aunque es verdad que este año lo estoy haciendo porque se puede comprar un poco más tranquilo", afirmó Iván Sánchez, cliente de una tienda de moda. Para contrarrestar la crisis económica y las escasas ventas de los meses previos, los comerciantes intentan llamar la atención de los clientes con descuentos más atractivos de hasta el 70%. Así, José Navas, dependiente de Blanco, señaló que cuentan "con ofertas de más del 50% en muchos artículos". Además, argumentó que son "las mujeres y los jóvenes los más generosos a la hora de gastar dinero en la época de rebajas".

Pero no sólo la necesidad hace a los malagueños acudir a las tiendas. También hay quienes dan rienda resuelta a su afán de consumismo y aprovechan esta época para darse un pequeño capricho. Así, Mari Carmen Rey reconocía que sólo adquiere "cosas innecesarias, pequeños caprichos". Además aseguraba que la "crisis no le afecta, ya que lleva demasiado tiempo escuchándola y se ha acostumbrado a vivir con ella".

Pero en las rebajas también tienen cabida los críticos y los más despistados, como es el caso de Ana Isabel Fernández: "Las cosas realmente buenas no se rebajan, sólo las de peor calidad". Por su parte, Marina Sinajas declaró que se acababa de enterar de que comenzaban las rebajas de casualidad, ya que iba sólo a comprar unas gafas de sol y se vio envuelta en los temidos bullicios característicos del primer día. "Las rebajas me gustaban de joven, ya no tanto", concluía.

No obstante, algunos dependientes se quejaban de la baja asistencia que se ha visto durante la primera jornada de descuentos. Rafael Véjar, coordinador de la sección de bebés de El Corte Inglés, aseguraba: "Aunque se vuelvan a repetir las imágenes de la gente esperando en la puerta, no son más que los clientes habituales". Además añadió que "suelen venir a por las grandes firmas, que es donde se aprecian los descuentos más agresivos" Finalmente, el presidente de Fecoma se mostró optimista y aseguró que "a pesar de que el primer día fue bastante tranquilo, se espera que hoy y mañana sean los días más fuertes de estas rebajas". Incluso en una "etapa de no consumo", Gil estimó que cada malagueño gastará una media de 90 euros.