El síndrome de la crisis
La cifra de pacientes que aprietan o rechinan los dientes se duplica Los tratamientos no están cubiertos por el SAS
Metiendo un dedo en el oído y mordiendo se aprecia dónde está la articulación temporo-mandibular (ATM), que sujeta la mandíbula inferior al cráneo y a la vez le permite movimiento. Pues bien, dicen los dentistas que nunca habían visto tantos casos de trastornos en esa parte del cuerpo. "Vemos una cantidad de pacientes inusitada", admite el presidente del Colegio de Dentistas de Málaga, Lucas Bermudo. No existen datos, pero los profesionales estiman que, como poco, los problemas de la ATM se han duplicado.
No hay un único motivo para este trastorno que provoca dolor, ruidos articulares, problemas mandibulares y hasta contracturas en los músculos de la cara. Puede ser por empastes u ortodoncias que provoquen cambios en la boca, por el envejecimiento de la persona o por la tensión.
La patología siempre ha existido, pero lo cierto es que dos de cada tres casos se producen en tiempos de crisis. "Hay mayor tensión en los pacientes porque todos estamos más ajustados", comenta Bermudo. También reconoce que en el incremento puede influir que ahora la gente acude más al dentista a cuidarse la salud de su boca.
Los trastornos de la ATM pueden derivarse de bruxar, como se llama al rechinado de los dientes (por un movimiento lateral o frontal de la mandíbula) o de apretarlos (de arriba a abajo).
"Generalmente, ambas cosas van unidas y provocan un desgaste de los dientes. Además, repercuten en la ATM porque duele la articulación. Normalmente se produce sin que el paciente se dé cuenta o cuando duerme. La persona se levanta con cansancio en la musculatura que mueve la mandíbula y a veces hasta con contracturas en los músculos de la cara", apunta Bermudo.
El especialista, que además dirige el Servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital Regional, constata que a este área cada vez llegan más casos de trastornos de la ATM. Vienen derivados del médico de cabecera, el otorrinolaringólogo o el dentista de atención primaria.
El dolor muscular en la cara provoca un círculo vicioso porque el paciente se siente incómodo y aprieta inconscientemente más los dientes. La forma de romper ese círculo es cambiar la manera en que la persona cierra la boca.
Pero ya la solución no está cubierta por la sanidad pública. Hay varias opciones, según la causa del trastorno. El tallado selectivo de las piezas dentales (unos 200 euros), una férula de descarga (unos 300 euros), fundas (casi 2.500 euros si es en toda la boca) u ortodoncia (alrededor de 3.000 euros el tratamiento completo).
Los dentistas recomiendan acudir al especialista en caso de sospechar de esta patología porque recuerdan que hay pacientes a los que incluso llega a imposibilitarles el movimiento mandibular.
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