Esas eliminatorias ante Real Madrid (octavos de final) Barcelona y Athletic de Bilbao (cuartos de final) no parecen tan lejanas en el tiempo. Fueron vías que se cerraron para hacer algo grande en la Copa del Rey, una competición en la que hay más manchas que lustre en el historia del Málaga Club de Fútbol. Eran tiempos mejores que el momento actual del club, con la confusión y el pesimismo reinando. Es inevitable que la atención esté en la Liga, donde la situación es dramática, no irreversible porque los rivales más directos tampoco andan finos. Pero distraer la mente con otra competición, con otro escenario y otro rival puede ejercer un efecto terapéutico en un bloque con una moral inevitablemente quebradiza por las hecatombes. Malos resultados, lesiones y arbitrajes desafortunados se meten en la coctelera y la cabeza no funciona.

Ceuta, Ciudad de Murcia, Xerez, Lorca o Baza son algunos nombres de principios de milenio ligados a eliminaciones clamorosas del Málaga. El cambio de formato y la subida de nivel del club permitió ediciones más decentes, algunas con derecho a soñar, en la vía menos complicada para hacer algo grande. Han jugado finales de Copa del Rey Getafe o Recreativo de Huelva, cierto es que en otro contexto futbolístico, en este siglo. Clubes sin el potencial del Málaga. Cuando la voracidad de los grandes aumentó se hizo más difícil avanzar más lejos. Pero el Málaga se quedó en la salida en las últimas ediciones. Mirandés y Córdoba eliminaron al equipo blanquiazul en las últimas temporadas. Y no de manera ajustada, sino con los equipos de Segunda ganando los dos partidos de la eliminatoria. Acumula cinco derrotas seguidas en la Copa el Málaga, desde que se perdió en San Mamés en 2015 en la vuelta de los cuartos de final. Y las derrotas ante burgaleses y cordobeses fueron puntos de inflexión de la temporada. Una arenga crítica de Camacho tras el 0-1 con el Mirandés activó una reacción que llevó a ganar cinco partidos consecutivos hasta pelear por Europa. El 3-4 del Córdoba precipitó el adiós de Juande en la víspera de la última Navidad, lo que aceleró el ascenso del Gato y, después, de Míchel.

Viajan cinco canteranos (dos habituales, Mula y En-Nesyri, y tres más novedosos, Álex Robles, Clavería e Ián Soler) dentro de los 19 expedicionarios. Se quedaron en Málaga Roberto, Juan Carlos y Miguel Torres, con molestias y a los que Míchel espera recuperar para la final ante el Celta. Rolan estará varias semanas fuera y Ricca, meses. Los Ontiveros, Jony, Bastón o Cecchini tendrán minutos en Los Pajaritos. El Numancia, un club amigo, marchaba líder de Segunda hace un par de semanas. Es un clásico de la categoría y allí no se suele regalar nada. Una Copa no se sabe nunca cómo sienta.