A pesar del dicho de que querer es poder, esto no siempre es así en la realidad. Es el caso del Málaga Femenino en su retorno de ayer en Primera División contra el Atlético de Madrid Femenino. El 0-4 que las rojiblancas endosaron al conjunto de Antonio Contreras dejó claro el poderío del vigente campeón de la liga, que mostró músculo en la Federación.

La fuerte lluvia que hubo por instantes no fue impedimento para el público. En las gradas quedó evidente el entusiasmo por parte de este de ver el encuentro. Tras sonar el himno blanquiazul, las locales se preparaban para el que esperaba ser un emocionante inicio de liga.

El Atlético suma un total de 888 partidos seguidos fuera de casa sin ver la derrota

Comenzaron las del Atlético dominando, con una peligrosa ocasión en el minuto tres, que Leti consiguió evitar. Durante los primeros compases del partido, los dos equipos se disputaban el balón. El Málaga conseguía en bastantes ocasiones la posesión, pero enseguida el conjunto rojiblanco lograba arrebatársela. Paula Fernández dejó el balón en manos de Gallardo con un disparo desde lejos, en medio de la fuerte tormenta que se empezaba a oír en el campo.

El conjunto de Sánchez Vera, como bien se anunciaba, mostró su poderío en todo momento durante el partido. En el minuto 12, Chelsea tuvo que tocar el balón para evitar un nuevo peligroso disparo a la portería del Málaga. Y en el minuto 13, las madrileñas se adelantaron con el primer gol. Sosa filtró un pase a la espalda de Marta Cazalla, que aprovechó Ludmila para adelantar a las visitantes. Como si de una película se tratase, las jugadoras de Contreras tenían que luchar por la remontada en medio de una fuerte tormenta que servía de ambiente para la que estaba siendo una situación poco agradable, aunque el resultado siguió así hasta el fin del primer tiempo.

Nada más volver del descanso, ya sin el aguacero de la primera mitad, el titán rojiblanco marcó el segundo gol, en el minuto 47, una vez más de la mano de Ludmila. Y, poco después -minuto 55-, Jenni Hermoso sentenciaba el partido con el tercer tanto. De todos modos, las jugadoras del Málaga supieron contener el ciclón rojiblanco. Buen ejemplo fue la acción de Cazalla, que llegó a impedir un nuevo gol de la internacional brasileña Ludmila.

En el minuto 60, la blanquiazul sufrió una fuerte lesión que le obligó a abandonar. En su lugar entró Celia Ruano. Ya en el 80, Ludmila amenazó con marcar su tercer tanto, al rebotar sobre ella el balón que lanzó Chelsea, que acabó pasando al lado de la portería. El cerrojazo ya lo había echado el Atleti hacía rato. Viola Caligaris, una de las incorporaciones que hubo en los cambios, se aproximó en el minuto 88 a la meta del Málaga. Leti se interpuso para intentar atajar el balón, pero marró y acabó marcando en propia meta, lo que supuso el 0-4 final.

El conjunto de Sánchez Vera se marchó ayer de Málaga por la puerta grande, no sólo por la victoria, sino también por los datos. Y es que el equipo rojiblanco sumó ayer 888 días sin perder fuera de casa, lo que se traduce en 34 jornadas seguidas -datos proporcionados por Fran Martínez-.

A pesar del agridulce inicio para el Málaga en su estreno en casa en la Liga Iberdrola, las jugadoras no se quedaron sin un fuerte aplauso por parte de los asistentes en las gradas tras el pitido final, lo que sirvió de abrazo al conjunto por la labor realizada. Buena lección para lo que viene.