11 años después, el Atlético Malagueño es equipo de Segunda División B. 11 años largos y tediosos. Por medio, muchos sinsabores. Se vienen a la cabeza nombres. Tenerife B, Olímpic de Xátiva, Universidad de Oviedo, San Roque de Lepe, Osasuna B, Castellón y Adarve. Fueron los rivales que acabaron con el sueño de regresar a la categoría de bronce de la que cayó en una época dura como la del último descenso. Bajó de Segunda y al año estaba en Tercera.

Ayer el equipo, junto al Málaga Femenino, protagonizó una serie de actos para celebrar ambos ascensos. Primero fue una ofrenda floral a la Divina Pastora y luego una recepción en el Ayuntamiento donde alcalde, presidente de la Diputación y representantes de la cámara de la capital rindieron homenaje a ambos conjuntos. "No sé si dos ascensos compensan un descenso", bromeaba Francisco de la Torre.

Por edad, Alberto y Jaime Moreno están ante un verano crucial para sus futuros

Después de una temporada de infinita amargura las dos promociones han servido a la afición para echarse algo dulce a la boca. Sucede de paso que el chasco con el primer equipo y la alegría del filial están más que conectados. Se abre ahora un escenario nuevo que en su anterior estadía se había utilizado como excusa para poner algún pero al uso de jugadores del filial. Y es que el cambio de peldaño de ambos equipos reduce ya al mínimo el salto entre uno y otro. Ya no es de Tercera a Primera: ahora solo hay una categoría de diferencia.

La competición sube un escalón importante de nivel. Si el Málaga tendrá una Segunda complicadísima, el filial también tendrá que vérselas con varios históricos y le esperan choques interesantes. De los que hasta el momento sí tienen confirmada su presencia en el Grupo IV destacan equipos como el Recreativo de Huelva, UCAM y Real Murcia, Lorca, Badajoz o Linense. Habrá doble derbi: el andaluz con el Sevilla Atlético y el malagueño con el Marbella. Acompañan también los filiales de Granada y Las Palmas.

Estar en Segunda B abre un nuevo abanico de posibilidades al Atlético Malagueño. Precisamente la temporada pasada el ascenso frustrado en el último segundo ante el Adarve obligó a cambiar los planes. Salió Kuki cedido al Cartagena y otros jugadores quemaron su etapa. También se disipó la idea de buscar acuerdos con equipos de Tercera para enviar jugadores. Entonces hubo conversaciones con el Torremolinos y está por ver si este año se retoman con alguno de los clubes de la provincia a modo de paso intermedio.

A priori se mantendría el grueso del equipo. Aun así hay futbolistas importantes que tienen complicada su continuidad; véanse Alberto López y Jaime Moreno, a los que con 23 años se les agota por normativa el plazo para dar el salto. El caso del venezolano es más claro: termina contrato y no parece que se vaya a contar con él. Por su parte el lateral, que regresó este año tras dos etapas en el Mallorca y el Murcia, está también ante un verano crucial para su carrera. Si acude a la pretemporada con el primer equipo estará ante el mismo examen que en su momento vivió Samu García, que cogió el último tren a Primera con Schuster.

Entretanto también se mira abajo. Hay especial confianza en los juveniles Juan Cruz, Iván Jaime y Hugo. Los tres han estado en algunos entrenamientos del primer equipo -también en algún amistoso- y los dos primeros tuvieron minutos esporádicos con el Atlético Malagueño. Se espera por tanto su ascenso definitivo al filial en un año que va a ser un reto: que el ascenso no haya sido en vano, nada menos.