El Málaga CF está acometiendo una singular reconfiguración de su costado derecho en la que se mezclan diversos factores. En este mercado invernal de fichajes estaba prevista la llegada de un lateral y un extremo diestro, pero tal y como se han desarrollado las cosas, se espera la salida de Pablo Hervías y Juanfran Moreno. En el club blanquiazul no preocupa porque la irrupción del nuevo Chavarría y el regreso de Álex Gallar han aumentado los recursos.

Estuvo rápido el Málaga para cerrar el fichaje de Julián Delmás desde el momento en que rescindió su compromiso con el Cartagena. Un refuerzo que no obliga a un gran desembolso en una ventana en la que todavía tiene que terminar de cerrar la incorporación de dos extremos y tiene que jugar con su límite salarial, que se va a incrementar gracias a la salida de Hervías.

El lateral maño cumple algunas condiciones que en el mercado de enero se tienen muy en cuenta. No hay barrera idiomática ni necesidad de adaptación al fútbol español y a la categoría. Irónicamente, le cerraba el paso en el Efesé el exmalaguista Iván Calero. Ha participado en diez partidos contando 90 minutos en Copa del Rey y jugó completos dos encuentros recientes (jornadas 19 y 21). Un total de 424 minutos.

Paralelamente está el caso de Juanfran Moreno, un hombre que empezó con buen pie, jugándolo prácticamente todo y que fue perdiendo el sitio. Mel tuvo diferencias con el lateral y llegó a enseñarle un vídeo con errores de bulto. No ha vuelto a jugar desde la jornada 18 ante el Levante, encuentro en el que fue sustituido a los 82 minutos. Desde el club le reprochan su actitud y ya le hicieron saber a su agencia que no se cuenta con él. El propio entrenador dijo en público que tenía que "entrenar más fuerte". Lo que llevó a la reacción del jugador al día siguiente subiendo a las redes una foto y la frase "entrenando fuerte". 

Con Hervías es otra cosa. Todos salen ganando. El Málaga libera una ficha profesional más por si la necesita y se desprende de un jugador que le ha puesto empeño y voluntad pero poco fútbol. Con el nuevo mapa para la banda derecha casi se lo agradecen. La guinda es el pequeño pellizco (más el aumento del techo de gasto) que espera obtener para dejarlo salir a Bolívar más lo que se ahorra de salario. El riojano va a vivir una experiencia radicalmente distinta y va a ser generosamente pagado.

Uno de los extremos a fichar será para terminar de ajustar el flanco diestro, que en diciembre sirvió para redescubrir a un Chavarría que, cuando las piernas le acompañan, se ha convertido en más que una opción. Y después de ver a Gallar en la Copa del Rey de nuevo en el césped, se espera que también haya dejado atrás los problemas físicos. Habrá una competencia dura.