La plantilla del Málaga tiene algo más de dos semanas de vacaciones, aunque ya se está consumiendo el primer tercio de ellos, y ya está fijado el 10 de agosto como la vuelta a los entrenamientos. Pese a esto, los jugadores más importantes del club, los más veteranos, deberán estar con un ojo al teléfono. Los próximos días son claves en el club de cara a la confección de la próxima temporada.

El primero de los pasos de Manolo Gaspar será tratar con los asalariados más importantes de la primera plantilla la reformulación de sus contratos en unos más coherentes a la realidad del club. Tras la venta de Antoñín al Granada, la desviación del club en cuanto a su masa salarial con respecto al límite que imponía LaLiga, era de poco más de nueve millones de euros. Este curso el límite concedido será aún más inferior, por lo que el recorte salarial debe oscilar los ocho dígitos, unos 10 millones de euros.

En este escenario sería idílico poder contar con la totalidad de la plantilla, un bloque sólido que ha demostrado unidad y sintonía con Sergio Pellicer a los mandos. Pero los grandes sueldos que arrastra la plantilla de su etapa en la élite son pesados y altos, y solo un gran recorte en los contratos de los más veteranos permitiría la continuidad de todos, algo improbable.

Decía Manolo Gaspar que ellos se habían ganados esos contratos en el campo, que era lógico que lucharan por ellos, es por ello que se entiende más difícil aún la plena continuidad de los veteranos. Son varios los que están abiertos a negociar una reducción, pero la vía más factible con otros es una salida o, en el peor de los casos, recurrir al ERE si las condiciones lo permiten.

Juanpi, Adrián, Luis Hernández, Juankar, Diego González, Cifuentes, Rolón o Cecchini son alguno de los jugadores que llegaron a Málaga con el equipo en Primera División. No todos tienen contratos estridentes, pero sí excesivos dada la situación actual. Algunos esperan la llamada para revisar sus contratos. También existen otros nombres como Pacheco o Munir, que aterrizaron el primer año en Segunda, con la ayuda al descenso aún intacta, que podrían ser también contactados –el marroquí está abierto a ello–.

Pese al importante trabajo por delante, Gaspar es optimista al respecto. Ya lo deslizó esta semana, que incluso veía factible que jugadores como Mula o Iván, que la temporada pasasa se quedarón sin poder ser inscritos, éste curso tengan la posibilidad. Cabe destacar que mantienen contraros no muy por encima del mínimo profesional para la categoría. Pero es cierto que hasta ahora, ha sido imposible inscribir a jugadores que no percibieran el mínimo. Es un paso más al frente.