Sergio Pellicer es un hombre de la casa. Ha respirado cantera y club muchos años, donde dio lo mejor de sí hasta que las circunstancias le abrieron las puertas del primer equipo. No sólo eso, además se ha ganado la continuidad conduciendo un proyecto fallido hasta la permanencia. Así que en unos días comenzará su primera pretemporada como entrenador del Málaga. Hacía más de una década que no pasaba algo así.

Parece mentira pero hay que remontarse a 2008 para ver un entrenador de la casa iniciando un proyecto desde verano. El último en hacerlo fue Antonio Tapia, que en 2008 cogió el Málaga por última vez acompañado por Julio César Dely Valdés. En más de 12 años no ha tenido un técnico de la cantera el conjunto blanquiazul. Tapia cogió el relevo de Muñiz tras el agónico ascenso del curso anterior. Con la base de Segunda, la recuperación de varios jugadores malagueños y algunas incorporaciones (Duda, Luque, Adrián, Lolo...), el equipo terminó octavo.

El anterior ejemplo también es Antonio Tapia en 2005, con más paralelismos aún con Sergio Pellicer. El entrenador baenense –aunque fuengiroleño de adopción– debutó con el Málaga un 15 de enero contra el Sevilla (y ganó 1-0) después de ser el sustituto de Gregorio Manzano. Venía de dirigir al filial en Segunda División, a donde él mismo lo había subido. Los blanquiazules hicieron una segunda vuelta asombrosa cuando parecían condenados a bajar y terminaron décimos con 51 puntos, los mismos que Deportivo (8º) y Athletic (9º).

Es como suelen llegar las oportunidades a los entrenadores de casa, cuando algo no va bien del todo. Por suerte para el Málaga no sólo es capaz de generar desde La Academia a buenos futbolistas, también técnicos. Así que la cantera en toda su extensión tendrá un papel absolutamente fundamental en el Málaga 2020/2021. Hasta el director deportivo es canterano...

En esta década larga, sólo otros dos hombres procedentes del club se han sentado en el banquillo. Uno fue Rafa Gil, puente de un día (visita al Espanyol) entre Jesualdo Ferreira y Pellegrini. El otro, Gato Romero, que estuvo diez partidos entre Juande Ramos y Míchel. Por aquel entonces también se reclutó a Sergio Pellicer para que fuese ayudante del uruguayo. Ahora es su turno.