El 2018 puede decirse que es un año de luces y sombras para el Atlético Malagueño. Dos medias temporadas: la del éxito y la superioridad en Tercera División, con la consecución del ansiado ascenso; y la debacle, el adiós de Dely Valdés y el farolillo rojo del Grupo IV de Segunda División B. Son dos polos opuesto pero la plantilla, en gran medida, sigue siendo la misma que derrochó sonrisas y levantó gritos de gol en las gradas de la Federación, lugar en el que esta mañana se enfrenta al Ibiza-Eivissa en el último encuentro del año, determinante –como cada partido ya– para acercarse al objetivo que no pasa por ser otro que la salvación.

A las 11:00 se pitará el inicio del encuentro en las instalaciones de Cortijo Alto. Con ocho puntos de 51 posibles, la necesidad de estos cada jornada es titánica, tanto como el reto que tienen por delante Manolo Sanlúcar y sus jugadores en la segunda vuelta. Escalar los 12 puntos que a día de hoy separan a los blanquiazules de la permanencia. 12 puntos a los que hay que añadirle que sus rivales también suman en esta carrera de fondo. Ardua tarea.

Hay motivos para confiar en que la situación puede ser volteada. Al menos si consiguen recuperar la entidad que formaron la pasada temporada, la seriedad que tuvo el equipo y el rodillo, ese que era activado como interruptor. No se debe obviar que la plantilla perdió potencial con diversas bajas, prácticamente en todas las demarcaciones pero sensiblemente en la zona ofensiva. Es uno de los males esta temporada, la terrible falta de gol debida en parte a los problemas para generar el suficiente número de ocasiones que requiere la categoría.

El mercado de fichajes que abre el próximo 1 de enero se antoja determinante para alcanzar el objetivo. Ya aseguraron, tanto el director de La Academia como el técnico del filial, que la plantilla se verá reforzada este invierno. Las incorporaciones deberán ser concretas y estarán enfocadas en mejorar el ataque. Los extremos y algún ariete, son los focos de acción de la dirección deportiva.

El Ibiza de los exitosos Andrés Palop, como técnico, o Marco Borriello, delantero, son dos de los que intimidan al Atlético Malagueño esta mañana. Llegan los ibizencos con una racha de tres partidos sin perder, dos triunfos en casa y un empate a domicilio. Al filial solo le vale romperla.