Málaga C.F.

El 'Tiburón' mordió dos veces

  • Blanco Leschuk, bigoleador ante el Albacete, comparte sensaciones tras ser de nuevo clave

  • "La afición gritó más tras el gol, y eso es importante"

Juanpi y Ricca acompañan a Blanco Leschuk para celebrar el segundo de sus goles.

Juanpi y Ricca acompañan a Blanco Leschuk para celebrar el segundo de sus goles. / MARILÚ BÁEZ

Los dos goles de Gustavo Blanco Leschuk certificaron, en tres minutos, la remontada ante el Albacete. Gran partido el que cuajó el argentino, que como apuntaba Juan Ramón López Muñiz en rueda de prensa no solo se cuece de cara a puerta. "Ayuda en muchas cosas y es muy completo", espetaba el técnico para resaltar su labor. Efectivamente no es un gran anotador, pero con su doblete vuelve a dar tres puntos -ya los dio ante Alcorcón y Tenerife- y suma cuatro tantos este curso. Todos, es verdad, cuestión de olfato y saber dónde estar. El delantero pasó por zona mixta y ahí analizó el triunfo, el papel del público y cómo lo vivió desde dentro.

Señalaba lógicamente la trascendencia de unos tres puntos que mantendrán de nuevo al equipo líder. "Fue muy importante la victoria de hoy, fue un buen trabajo del equipo", resumía brevemente el argentino, que analizaba la embarullada acción para el primero de sus tantos, ambos fundamentales, como él dice: "Los dos goles son importantes, porque si no hago el primero solo hay uno. Y el del córner, la pelota iba al primer palo, hubo un descuido, la dejaron pasar y llegué atrás. Me quedó justo y la metí".

No hubo nadie en el club que pasara por un micrófono y no hablase de la afición. El gol fue un jarro de agua fría, es verdad que tras un mal arranque de segunda mitad, pero el Málaga había sido superior en el global de los minutos. Llegó el penalti anotado por Bela y el público no se vino abajo. A ellos dedica Blanco Leschuk la victoria: "La afición se lo merece, porque cuando nos hacen el gol empezó a gritar más y para los que estamos dentro es muy importante". De paso, celebra el sobrenomble que alguno le pone. Está al tanto de aquello del Tiburón Blanco Leschuk. "Me gusta mucho", decía sonriente el bigoleador blanquiazul.

En lo personal, cuestionado por esa brega constante con los defensores, no se queja mucho por los palos que se acaba llevando. "Puede ser que me den más por mi forma de ser, pero esto es fútbol. Los defensores me pegan y si el árbitro no cobra no puedo decir nada", apuntaba resignado.

Y en el global, no se sale del discurso marcado día tras día por su entrenador. Se disfruta un día, al siguiente vuelta al trabajo y paso a paso: "Muy felices estamos por la victoria, que es lo que buscábamos, y se celebró hoy. Hay que seguir así, esto es muy largo. Arrancamos bien, pero ahora no podemos decir nada".

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