Avanza por fin el autobús del Málaga CF, con Pablo Guede a los mandos, después de las dos derrotas iniciales. El triunfo ante el Mirandés tiene diversas lecturas, muchas de ellas positivas a pesar de que el camino blanquiazul ha estado lleno de minas en la última semana. Los tres puntos darán un mayor margen al entrenador y sus futbolistas, si bien gran parte de la credibilidad ante la afición dependerá de lo que sean capaces de hacer en La Rosaleda, donde no se gana desde hace nueve meses.

El Málaga demostró que tiene capacidad para generar llegadas, tanto en ataques rápidos como en otros más elaborados. También que casi cualquier futbolista que pasa del centro del campo tiene condiciones para la asociación de una manera eficaz. En Anduva acumuló muchas llegadas y disparos a portería más allá de los tres tantos que subieron al marcador.

Resulta fundamental también que los dos puntas firmados en este mercado para comandan el ataque hayan sido capaces de inaugurar sus cuentas particulares. Tanto Rubén Castro como Fran Sol son dos de las mayores apuestas de la dirección deportiva para intentar que el Málaga dé un salto de calidad. Ambos contaron con la colaboración de Álex Gallar, que suma dos asistencias de una tacada.

Sin tomar mucha distancia de los puntas, no deja de ser significativo que Pablo Chavarría tuviese algunos minutos en la recta final de la cita. Eso le sitúa ahora mismo como tercer delantero en la rotación del conjunto malagueño, un hueco que parecía destinado a Adrián López, roto de nuevo y condenado a pasar esta semana por el quirófano.

El coste, sin embargo, ha sido bastante alto para el Málaga. La preocupación por el estado físico de Jonás Ramalho es enorme porque se trataría del cuarto central lesionado del equipo contando a los otros dos fichajes, Esteban Burgos y Unai Bustinza (que no llegan al próximo partido casi con total seguridad), y al canterano Andrés Caro. Ya se notó en el partido, donde Genaro tuvo que retrasar su posición (siempre fue central y en verano actuó mucho en la zaga). Sólo queda Juande, que dio un susto en la recta final, además de los comodines del sevillano y Escassi. Todo sin olvidar que Luis Muñoz también cayó en Miranda.

La parte más reforzada del equipo es la que más problemas está dando. Y ello se une a que es precisamente en defensa donde el Málaga está mostrando hasta la fecha algo menos de consistencia. Si bien es cierto que muchos de los errores son individuales.

Por otro lado, el Málaga entra en los últimos días de mercados de fichajes con algunas vías abiertas para apuntalar el plantel.