A falta de dos jornadas para que se termine la temporada 2022/23 de LaLiga SmartBank, es el momento de comenzar a evaluar la campaña del Málaga, donde la entidad de Martiricos prometió el ascenso y ahora reza porque se produzca un milagro que les mantenga en el fútbol profesional. La situación es bastante crítica, ya que los blanquiazules dependen del Sporting de Gijón para mantenerse con vida una jornada más. Eso sí, los asturianos no pueden sumar ningún punto en estas dos últimas jornadas. Sin embargo, la plantilla malacitana ha desperdiciado varias oportunidades para haber conseguido salir de la zona de descenso, donde la entidad de Martiricos ha permanecido 38 de las 40 jornadas disputadas. Sólo salió durante dos y fueron la tres y cuatro.

A día de hoy, los blanquiazules están a seis puntos de la permanencia, aunque a lo largo de esta temporada se llegó a estar bastante cerca de la salvación. Los malacitanos se pusieron a uno en la jornada 11 y a dos puntos en la jornada 21. Precisamente, el primer escenario se dio tras la agónica victoria en La Rosaleda ante el Lugo que pareció dar alas con los primeros tres puntos de Pepe Mel en el banquillo de Martiricos, pero la derrota (1-0) ante el Oviedo en el Carlos Tartiere volvió a alejar el horizonte.

Mientras que en la segunda los boquerones vencieron (1-0) en La Rosaleda al Deportivo Alavés, próximo rival en esta jornada 41, pero empataron al siguiente fin de semana ante el Tenerife de nuevo en casa. De esa forma, se perdió la oportunidad de haber podido salir a principio de año. Justo eso es lo que prometió Pepe Mel, actual entrenador por aquella época, cuando afirmó que esté equipo estaría fuera del peligro a finales de enero y ahí continúa, a la espera de la última estocada.

Antes, también hubo varias ocasiones donde se pudo haber revertido la situación a tiempo, pero nunca se aprovecharon. Por ejemplo, en las primeras jornadas, seis, siete y ocho estuvieron a cuatro puntos y en la nueve a tres. Sin embargo, se cayó en Butarque ante el Leganés (1-0) y la salvación se fue a cuatro. Luego llegó la mencionada victoria ante el Lugo que puso al equipo a un solo punto. Sin embargo, desde ese momento, siempre se movió entre los tres y cinco puntos hasta llegar a la comentada jornada 21, donde incrementó un poco más.

La distancia ascendió a partir de la jornada 27 a los ocho puntos e incluso se estuvo a diez durante la 30, 31 y 32. Todo precedido tras la derrota en La Rosaleda ante el Racing de Santander (0-1). Bajándose a ocho en la 33, 34 y 35, donde se volvió a estar a cinco durante la 36 y 37. La buena dinámica blanquiazul hizo ilusionarse a pesar de la derrota ante el Andorra a domicilio (1-0), pero fue un simple espejismo. Mientras que el empate a cero ante el Huesca, dónde Rubén Castro erro un penalti, devolvió a la realidad, ya que la distancia se ampliaba a seis y obligaba a conseguir un pleno de victorias en los últimos cuatro partidos.

Una gesta que comenzó con mal pie, pues el Málaga cedió en El Toralín ante la Ponferradina (2-0), no remató a los leoneses y se metió en un buen problema, ya que se sentenciaron ellos mismos. La victoria ante el Mirandés permitió no confirmar la tragedia. Pero pase lo que pase, está claro que esté equipo tuvo varias oportunidades para haber podido salvar la temporada con tiempo y haber llegado a esta recta sin presión. Sin embargo, nunca supieron controlarla esta y el resultado es el actual.