La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó ayer por una mayoría abrumadora una resolución que pide el fin del embargo económico y comercial impuesto hace casi medio siglo por Estados Unidos contra Cuba.

El documento logró un apoyo casi unánime de los 192 países que integran la ONU, ya que 185 votaron a favor de la resolución, tres (EEUU, Israel y Palau) en contra, dos que se abstuvieron (Islas Marshall y Micronesia) y otros dos no participaron en la votación (El Salvador e Iraq).

Esta es la decimoséptima vez consecutiva que Cuba presenta ante la ONU una resolución que crítica los efectos negativos de estas sanciones unilaterales de EEUU y solicita su derogación.

La resolución presentada al pleno por el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, recibió en esta ocasión un apoyo superior al del año pasado, cuando fue respaldada por 184 países y rechazada sólo por cuatro .

El canciller dijo que "siete de cada diez cubanos han pasado toda su vida bajo esta política irracional e inútil de Estados Unidos". "El bloqueo es más viejo que el señor Barack Obama y que toda mi generación", apuntó.

Pérez Roque destacó que el debate en la Asamblea General sobre el embargo se lleva a cabo con el trasfondo de las elecciones presidenciales estadounidenses y el paso de dos huracanes por la isla.

El canciller dijo que EEUU respondió a los huracanes "con su habitual cinismo e hipocresía" y criticó que no accediera a la petición de permitir la compra cubana de productos estadounidenses mediante créditos privados.

Justificó su rechazo a los 5 millones de dólares en ayuda directa ofrecida por el Gobierno estadounidense señalando que La Habana no puede "aceptar una supuesta ayuda de quienes han recrudecido el bloqueo, las sanciones y la hostilidad contra nuestro pueblo cubano".