Dieciséis presuntos yihadistas murieron en las últimas horas en una operación del Ejército argelino después de un ataque de los radicales que segó la vida de nueve militares el pasado viernes en la localidad de Ain Defla, a unos 150 kilómetros al oeste de Argel. La noticia de la presunta muerte de los yihadistas fue avanzada este lunes por el diario local en árabe Al Jabar y no ha sido aún confirmada por fuentes oficiales.

Según el rotativo, unidades especiales cerraron completamente una zona situada entre las localidades de Tarek Ben Ziad, al suroeste de Ain Defla, y Berbush, pasando por Ued Yema y Djebel Louh, aldea esta última escenario de la mortal embocada yihadista del viernes. "Los efectivos del Ejército Nacional usaron artillería pesada en toda la región, declarada de exclusión militar y que se extiende por un radio de unos 40 kilómetros", precisa el diario, que cita fuentes del alto mando castrense. Durante la operación, que aún sigue su curso, los militares se incautaron de una gran cantidad de municiones, armas y explosivos, añade.

Los yihadistas informaron de la acción el pasado domingo a través de una página vinculada a la Organización de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y aseguraron que en la misma murieron 14 soldados, cifra que el ministerio de Defensa redujo horas después a nueve uniformados. El ataque es uno de los más cruentos que ha sufrido el Ejército argelino en los últimos meses, en los que la amenaza del yihadismo ha crecido en el país.

Según el ministerio de Defensa de Argelia, solo en el primer semestre del año efectivos del Ejército han matado a 202 presuntos yihadistas, la mayoría en operaciones lanzadas en las provincias vecinas a la capital. Este repunte de la actividad radical violenta coincide con una creciente presencia de grupos radicales a lo largo de la porosa frontera que Argelia comparte con Túnez y Libia, convertida en centro de reunión, reclutamiento y acogida de radicales que pretenden sumarse a la organización yihadista Estado Islámico (EI).