Cultura

Abramovic: "Soy un soldado del arte"

  • El Real estrena el 11 de abril una obra de la artista serbia, con las entradas prácticamente agotadas, bajo la batuta del vanguardista Bob Wilson y el actor Willem Dafoe y el cantante Antony Hagarty dándole la réplica

Marina Abramovic tiene, a sus 65 años, "una parroquia" de fans "obsesos" que la han visto infligirse en sus shows durante cuatro décadas heridas físicas y psíquicas. Ahora, ellos, y quienes no la conocen, podrán ver en el Real cómo imagina su muerte la "ex abuela" de la performance.

"Hace muchos años me autodenominé abuela de la performance y todo el mundo ha usado eso una y otra vez, pero hoy odio esa y todas las etiquetas. Soy un soldado del arte", asegura la serbia en una entrevista durante un descanso de los ensayos de Vida y muerte de Marina Abramovic.

El Real estrenará el día 11 esta obra, que tuvo una primera fase de preparación, de tres semanas, hace más de un año en Madrid y para la que están prácticamente agotadas las entradas, con dirección del vanguardista Bob Wilson y el actor Willem Dafoe y el cantante Antony Hagarty dándole la réplica. En ella se relatan episodios tan duros como el maltrato al que la sometió su madre de niña, el accidente que sufrió en una lavadora, el año que estuvo ingresa en un hospital "por error" o su ruptura con su pareja artística y sentimental de los años ochenta.

"Creo que el arte es un acto de responsabilidad, y muchas veces hay que ejecutarlo en momentos turbulentos. No es el momento de ser abuela ni diva, lo es de ser un soldado", recalca esta "performer" que ha hecho siempre de su difícil vida la materia de sus espectáculos.

Muchos siguen las creaciones de Abramovic como si fuera la "pope" de la moral contemporánea, "absolutamente entregados", admite, pero muchos otros la descubrirán en este trabajo, que no es "ni ópera, ni teatro, ni performance, ni un poema visual, sino todo eso".

"Si crees que es ópera, ok, pero nadie pensará que va a ver una ópera clásica; si crees que es una instalación o un tableau vivant, también es verdad. No se puede poner a Wilson en ninguna categoría. Tiene una relación radical, extrema, con el tiempo y el espacio. El público verá una pieza de Wilson, nada más", aseguró.

En cualquier caso, precisa, Vida y muerte de Marina Abramovic es "teatro puro" en el sentido de que "ni la 'sangre' ni el 'cuchillo' son reales, como tampoco las emociones. Además ha habido ensayos y funciones, justo lo contrario de lo que sucede en la performance".

En la obra hace de sí misma y de su madre, lo que, matiza, la aleja también de las convenciones del teatro tradicional. "Es un experimento muy interesante. Me gusta enfrentarme a sentimientos distintos, distinguiendo lo verdadero de lo falso", revela la artista, que confiesa que cuando prepararon la obra, a partir de cartas y otros documentos suyos sobre su vida que le dio a Bob Wilson para que "hiciera lo que quisiera", lloró a mares.

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