En los primeros días del pasado mes de febrero, la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo de Málaga pudo a instalarse, al fin, en la que legítimamente era su casa: el Museo de Málaga, cuyas dependencias para la institución, sin embargo, no estuvieron disponibles hasta algo más de tres años después de la reapertura del centro en el Palacio de la Aduana. Los rumores respecto a lo que podían dar de sí las noticias sobre una extraña epidemia desatada en China crecían cada día, pero nadie se atrevía a aventurar el cariz que iba a mostrar el futuro inmediato. Un mes después, el decreto del Estado de Alarma obligó al confinamiento general y la Academia tuvo que suspender todas las actividades programadas en su nueva sede a la espera de tiempos mejores. Quedaba pendiente, eso sí, la tarea de publicar el nuevo número del Anuario para volver a dar a la ciudadanía buena cuenta de las actividades desarrolladas durante el pasado 2019, antes de que el coronavirus cerrara a cal y canto la actividad cultural en Málaga. La redacción y edición del Anuario, que dirige el arquitecto Javier Boned Purkiss, siguió adelante sin que la Academia supiera a ciencia cierta si la presentación del volumen iba a ser posible. Finalmente lo ha sido: la Academia de San Telmo, con su presidente, José Manuel Cabra de Luna, a la cabeza, y con la presencia de buena parte de los académicos y de las autoridades de la ciudad, presentó el Anuario 2019 este miércoles en el Museo de Málaga.

Una vez más, el Anuario de la Academia de San Telmo recoge las actividades realizadas por la institución, así como por sus académicos, durante 2019. Se incluyen además informes sobre distintos aspectos culturales, urbanísticos y medioambientales relativos a Málaga, así como aportaciones sobre arte, museos, música, arquitectura, literatura y otras disciplinas tanto de académicos como de colaboradores externos. Entre los contenidos del Anuario destaca un dossier especial dedicado al cineasta Julio Diamante con motivo de la donación de su legado a la Universidad de Málaga, así como un homenaje al pintor Eugenio Chicano, académico de San Telmo, tras su fallecimiento en noviembre del año pasado. Con el Anuario ya en la calle, la Academia renueva su compromiso con la cultura en Málaga. Con epidemia o sin ella.