La crisis se manifiesta en todos los órdenes y la cultura no iba a ser menos. Preguntada por los rumores en torno a recortes de presupuestos para el próximo año y a una inmediata consecuencia en la programación, la directora del Teatro Cervantes, Charo Ema, admitió ayer que el presupuesto municipal se reducirá "entre el 22 y el 24%" y que las previsiones de taquilla apuntan a una pérdida de beneficios de medio millón de euros, lo que se traduce en una pérdida de casi un millón de euros con respecto a la última temporada. Esta situación ha sometido a los responsables del teatro a serias dificultades para organizar las actividades del próximo semestre, aunque Ema subrayó que este presupuesto había sido elaborado el pasado junio, antes de su llegada al Cervantes.

Entonces, antes de su aprobación definitiva, el Ayuntamiento, "a la vista del avance imparable de la crisis, introdujo dos modificaciones sucesivas del 11%", cuando ya se preveía que los ingresos por taquilla iban a sufrir una caída semejante antes del próximo verano. En lo que va de temporada, desde el pasado septiembre, las sucesivas entradas a los espectáculos han confirmado esta tendencia con una marcada irregularidad, tanto en espectáculos teatrales (Arte, que se representa este fin de semana, ha rozado el lleno en sus cuatro funciones, mientras que otros como Humo y Agnes de Dios no llegaron a cubrir la mitad del aforo) como musicales (en el Festival de Jazz sólo agotaron las entradas los conciertos de Steve Winwood y el de John McLaughlin y Chick Corea). Esta situación obligará al Teatro Cervantes "a buscar ingresos por otra parte y hacer lo que hace cualquier familia, apretarse el cinturón", apuntó ayer Ema.

Con respecto a los rumores que apuntaban a la realización de una auditoría de las cuentas del Cervantes, la directora negó haber "citado siquiera" este asunto ante el consejo de administración del teatro y haberla solicitado al Ayuntamiento. Ema preciso que el Cervantes "ya realiza sus auditorías internas anuales, como todas las empresas municipales, y de nuevo lo volverá a hacer este año, pero no se trata de una novedad ni de una iniciativa que haya salido por una decisión mía".

El último informe del interventor, emitido a finales del pasado junio, señaló diversas irregularidades en la gestión tanto del Cervantes como del Festival de Cine (dirigidos ambos entonces por Salomón Castiel), como facturas contabilizadas dos veces, contratos no aprobados por el consejo de administración y diversos errores de gastos.