Más de 50 años rodeado de pinceles, lienzos y papeles dan para muchas muestras de expresión. Las de Dámaso Ruano (Tetuán, 1938) alcanza los 700 óleos y las más de 400 piezas sobre papel. El insigne pintor, malagueño de adopción, regresa mañana al Taller Gravura con una selección de obra inédita bajo el lema Paréntesis, y que se compone de 14 acrílicos sobre papel (en técnica mixta) de mediano formato pertenecientes a la obra gráfica realizada desde 1994 a 2005. Hasta el próximo 1 de abril se podrá admirar la serenidad pictórica de uno de los máximos exponentes de la llamada generación transformadora, que a mediados del siglo XX renovó la plástica malagueña. Según recordaba ayer Pilar, la mujer del pintor esta muestra permite ir sacando a la luz pública -y a la venta- una producción nunca antes expuesta "y ni siquiera enmarcada", aseguró. La idea de Ruano es continuar mostrando esta obra gráfica de manera sucesiva a través de distintas exposiciones.

Paralelamente el artista continúa exponiendo sus lienzos dentro y fuera de España. El pasado años Ruano regresaba a su tierra natal, Marruecos, con 94 lienzos con los que resumir parte de su prolífica trayectoria artística. Desde febrero hasta abril de 2010 el Museo de Ceuta (en las Murallas Reales) acogió la muestra Serenidades. Seguidamente y gracias a un convenio entre el gobierno español y el marroquí los cuadros viajaron al Instituto Cervantes de Tetuán donde permanecieron hasta el 21 de junio.

Dámaso Ruano ha pertenecido a Escuela de Tetuán, compuesta por artistas españoles y marroquíes, con los que colaboró en muestras colectivas y otras manifestaciones artísticas. A aquella etapa marroquí pertenece uno de los lienzos adquiridos por Antonio Gala a modo de intercambio por el artículo que el escritor le dedicó en el catálogo de Serenidades. Ruano posee obras en colecciones oficiales y privadas de España, Marruecos, Francia, EEUU, Suecia, Dinamarca, Suiza, Irlanda y Alemania. El Museo del Patrimonio de Málaga (Mupam) le dedicó una retrospectiva en 2008.