Érase una vez un político corrupto

Eduardo Velasco habla con la joven actriz malagueña tras su prueba.
Eduardo Velasco habla con la joven actriz malagueña tras su prueba.

Málaga/"Aquel eras tú. El hombre del poder y del dinero. El amigo de la gente. El héroe capaz de asaltar el cielo -¿No les suena la expresión?-. Creías que ibas a ser joven para siempre, pero las fuerzas ya te fallan, padre. Ya no podemos cambiar el país, ni la sociedad, ni a la gente. Ni siquiera a nosotros mismos. Serán otros los que hagan ese trabajo […] Tú me enseñaste a mantenerme firme en mis principios, pero ¡te hiciste viejo! […] Todo lo que tocaste se convirtió en basura […] Todos confiaban en ti y pusieron en tus manos un poder que no debiste tener", escupe con rabia Ángela Chica Chica durante el casting de La presa, la cuarta producción de Factoría Echegaray, al que acudirán unos 60 candidatos hasta mañana.

La joven actriz malagueña describe en apenas unos minutos al protagonista de esta obra dirigida por el actor Eduardo Velasco y escrita por el dramaturgo y periodista Pablo Bujalance. Él es Saúl, un político cincuentón y fracasado. "Este personaje podría ser el líder de un ayuntamiento o de una diputación, el cual se ve involucrado en un caso de corrupción y acaba en la cárcel", declara sin más detalle Velasco, que reconoce estar "más nervioso que los propios aspirantes" en estas pruebas.

La acción de esta pieza, que se estrenará el 22 de febrero en el Teatro Echegaray, arranca con un secuestro. "Tres personajes raptan a un cuarto. La cosa no termina de salir como ellos esperan y eso genera una tensión. Luego, entra en escena un cuarto personaje, que jugará un papel muy importante en la obra. Recuerda a cierto teatro americano y responde a un género popular: el thriller. Habrá tipos malos y mujeres perdidas", desvela un pícaro Bujalance.

Tras su primera lectura, el director barcelonés quedó prendado del texto. "Es un juguetito que puede funcionar muy bien, además de una suerte de thriller social que nos sumerge de lleno en el panorama político económico que vivimos hoy día en España, donde hay instalado una red de corruptelas", admite. El tema le viene, según explica él mismo, como "anillo al dedo". "Con mi compañía suelo hacer este tipo de teatro, teatro de compromiso social. Y es que el teatro tiene el deber de ser el espejo del mundo que pisamos", reconoce este experimentado en el mundo de las artes escénicas, que ha llegado a participar en producciones ajenas como Don Juan de Blanca Portillo y propias con Avanti Teatro como El Encuentro de Luis Felipe Blasco.

La presatrata aspectos que van a estar "muy frescos" en el imaginario colectivo, en palabras de su autor, porque habla del poder político, del poder económico y de la confluencia de estos dos. "Al final los partidos siguen una lógica, la lógica del poder, y ésta no está tan orientada al servicio como al poder. El espectador se enfrentará a un verdadero dilema ético. Se preguntará qué cabe esperar de determinadas acciones llevadas a cabo por personas con una gran responsabilidad en la sociedad", reflexiona. Una obra que hará que el espectador tome posición respecto a temas candentes y se quede, de paso, pegado a la silla. La presa promete.

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