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Lluvia de música y locura

  • La primera edición del Oh, see! Festival colgó el cartel de 'no hay billetes'

Una de las actuaciones del Oh, See! Festival el pasado sábado.

Una de las actuaciones del Oh, See! Festival el pasado sábado. / javier rosa

Era un buen día, sí. Hasta que se convirtió en uno mejor gracias a uno de esos momentos épicos de los que no se olvidan. De los que no se sabe bien si huir hacia adelante o batirse en retirada. Si seguir saltando o buscar refugio ante el chaparrón. Jota entonaba el gol de Mendieta y la lesión de Raúl cuando el cielo se derrumbó sobre el Auditorio Municipal. La manta de agua hizo titubear incluso al sonido del escenario principal. Fueron 10, 15 minutos. Pareció una eternidad. Pero qué más daba a esas horas de la noche teniendo por fin a Los Planetas en Málaga y la certeza de que los momentos así son irrepetibles. El aguacero enmarcó una jornada para no olvidar.

A pesar de las amenazas de las previsiones climatológicas, de las dudas incluso de la celebración de la primera edición del Oh, See! Festival, la jornada transcurrió bajo un intenso calor y el cartel de no hay billetes colgado en la taquilla. Los paraguas de los más previsores servían entonces para refugiarse del sol, que picaba fuerte mientras las bandas iban sucediéndose por el escenario desde primera hora de la tarde. La tormenta llegaba entonces en forma de música con Nixon, Amatria, Carlos Sadness, Coque Malla y la energía de La Casa Azul, primer grupo en revolucionar a las y los presentes.

El variopinto público se repartía por las instalaciones del auditorio. En las gradas (sentados y con mucha presencia infantil) quienes preferían ir de menos a más; junto al escenario, de pie y saltando, quien quiso darlo todo desde el principio. Los huecos en la poca sombra existente se cobraban caros. Y en las barras y los baños todo transcurría con cierta normalidad, algo de agradecer cuando se juntan más de 7.000 almas en un mismo recinto.

La tarde transcurría feliz, con el público coreando todas y cada una de las canciones de Iván Ferreiro, que se lució una vez más sobre las tablas. Cedió su puesto a Los Planetas. La banda granadina llevaba demasiado tiempo sin pasar por Málaga -salvo algún escarceo por Gibralfaro el verano pasado- y había ganas. Arrancaron su concierto con calma, hasta que poco a poco fueron creciendo en una intensidad que se volvió locura con la lluvia y se mantuvo hasta una recta final llena de canciones de ayer y hoy que hizo las delicias del respetable.

Faltaba entonces Sidonie, que ya sin lluvia se metieron rápidamente a Málaga en el bolsillo. Los reyes del indie patrio se permitieron hasta un garbeo entre el público a hombros mientras alguien pedía a Marc ser su Jane Birkin y los rayos dibujaban formas imposibles en el cielo. Los catalanes dejaron así otro de los momentos que quedarán para la historia de un Oh, See! Festival que acabó con la energía de los presentes gracias a la electrónica de Elyella djs. La última actuación de la noche trajo la única presencia femenina al escenario principal. Algo que la música nacional debe hacerse mirar. Siempre es un buen día para la igualdad.

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