Cultura

"Pensar que la audiencia equivale a la sociedad civil es un error"

  • Novelista, ensayista e historiador, el autor de 'Libro de mal amor' visitó ayer Málaga para presentar un libro de relatos que ironiza sobre los certámenes literarios

Recomienda reírse de uno mismo como actitud vital y en su caso, como premisa literaria. Fernando Iwasaki (Lima, 1961) recurre al sentido del humor para descifrar el mundo y sus ficciones dan buena cuenta de ello. La última travesura de este escritor, ensayista e historiador se llama España, aparta de mí estos premios, una precisa narración que a lo largo de siete relatos con la misma matriz pone en jaque la "banalización" de una sociedad del espectáculo en la que todo vale. Ayer mantuvo una charla con los jóvenes del club de lectura de la Librería Luces y presentó su obra en el Instituto Municipal del Libro.

-¿Su nuevo libro de cuentos se ríe de los certámenes literarios?

-No exactamente. Se refiere un poco a lo que Roberto Bolaño llamaba los premios Búfalo (quien decía que los escritores pieles rojas como él salían a cazar para llegar a fin de mes), de provincias, modestos. Para mí son un pretexto con el que hacer siete variantes del mismo cuento que se presenta a concursos literarios y los gana todos. Además, en el jurado hay siempre un político en contra del resto, normal, porque para eso le pagan, para que sea políticamente correcto.

-¿No está en contra entonces de este tipo de certámenes?

-No, porque algunos sirven para descubrir una vocación literaria, otros para consolidar la trayectoria de un autor y otros para garantizar la prejubilación.

-¿Por qué elegir a un japonés como protagonista de cada relato?

-Son todos japoneses que quieren integrarse en la sociedad española y se pasean por Cataluña, el País Vasco, Castilla la Mancha, disfrutan de su gastronomía, son de izquierdas y de derechas, etc. Todos viven en la clandestinidad, adoptan el acento de la región donde están y adoptan las señas de identidad de cada zona. El día en que se hacen famosos es cuando se pone en marcha esta sociedad del espectáculo en la que vivimos.

-¿Y cómo la definiría?

-Es aquella donde todo es susceptible de convertirse en un reality show ó en un best-seller. Yo quiero con este libro poner el dedo en esa llaga. En su lado siniestro y obsceno, porque cuando la ex novia del asesino de Marta del Castillo va a la tele a contarlo, todo lo demás puede existir. El error de este tipo de sociedad está en pensar que la audiencia equivale a la sociedad civil.

-Dos de los premios que se describen en el libro transcurren en Málaga, ¿por qué esa elección?

-Uno lo convoca el Ayuntamiento de Ardales, allí gobierna IU en coalición con la Falange. Yo me he encontrado con amigos de fuera de Andalucía que me han preguntado si me lo he inventado. El otro lo convoca el Ayuntamiento de Benaoján. Yo buscaba una cueva que cumpliera con determinadas características y la de La Pileta me venía bien a la historia.

-La premisa de reírse de uno mismo ¿se la aplica?

-Sí. De hecho mis cuatro libros anteriores con casi una burla de mí mismo. El libro del mal amor está formado por diez de mis fracasos amorosos más espectaculares. Creo que reírse de uno mismo es la mejor manera de hacer humor, lo que pasa que parece que para que te tomen en serio hay que ir de solemne por la vida. El humor es algo muy serio. Yo con este libro pretendo hacer reír y que el lector luego reflexione y se pregunte "de qué me estoy riendo?" .

-¿Cuál será su próxima empresa?

-He estado años presentando a escritores y he decidido reunir esas presentaciones en un libro, El arte de introducir. La presentación es un género galante donde uno supone que disfruta introduciendo y el otro mientras lo introducen.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios