El parqué
Recuperación
Poco o casi nada se conocen de los artistas callejeros, aunque probablemente sean las muestras que más vemos a lo largo del día. Para muchos un arte, para otros un destrozo de la ciudad, pero lo que no cabe duda es que el Soho de Málaga se está convirtiendo en un bulevar a través de obras maestras como la de los artistas internacionales Roa, Faith 47, Dal East y Shepard Fairley, entre otros. Dadi Dreucol es uno de ellos. Es un joven malagueño que estudió Bellas Artes en Valencia, pero poco a poco se está haciendo hueco con sus pinturas murales en el centro histórico de la capital.
Desde ayer hasta hoy este artista "establecerá la metáfora entre las herramientas propias de la fábrica que llevaba Tomás Heredia, con la oligarquía a la que pertenecía esta familia durante la revolución industrial", un homenaje a Livermore que reflejará la importancia de su figura para la ciudad en la calle homónima.
Natal de Málaga, Dadi Dreucol lleva años narrando sus puntos de vistas, sus ideas y conceptos, en general un conjunto de historias que plasma en la calle a través de la ayuda de pinceles, brochas, sprays y hasta "bolsas para crear una textura", aclaró Dreucol.
Este joven que prefiere que no se identifique su rostro y nombre personal con lo que hace Dadi Dreucol, "que lo que yo haga tenga más significado que quién soy yo", pinta siempre algo que tenga relación con la calle, que sea para el lugar. Pero Dadi Dreucol no es el artista, según sus propias palabras, "es un concepto, un personaje que he creado aparte de mí, bajo el cual investigo sobre el entorno urbano mediante la pintura, aunque también empleo vídeos y fotografías", apuntó. "Me interesa más la investigación teórica que el hecho práctico, es decir, ver qué te puede ofrecer una calle cuando estás pintando: desde que llueve y la pintura se corre, hasta la interacción de la gente con la misma", declaró.
Asentado, por ahora, en Málaga, Dadi Dreucol, es famoso por pintar un hombre barbudo y semi-desnudo, un sello que forma parte de la serie Una vida. El objetivo de este personaje es el hecho que no se le identifica con ninguna tribu social o alguna marca (aparece sin ropa). Además explica que es un guiño al prototipo de hombre sabio y ermitaño (lleva barba y está dibujado calvo).
Este joven que se inició en el arte callejero como grafitero con otro seudónimo a los 13 años, comenzó hace tan sólo cuatro años a darse a conocer bajo Dadi Dreucol en la pintura mural contemporánea, "al principio hice carteles en donde ponía Dadi Dreucol y aparecía un símbolo que era una oveja con cabeza de hombre. Una muestra bastante básica pero que tenía su gancho".
En cuanto a la situación de Málaga, este malagueño compara la ciudad andaluza con Valencia: "Me he dado cuenta del retraso que lleva la capital, en el centro urbano de Valencia se permite pintar en lugares donde se sabe que no molesta, como en paredes abandonadas o muy sucias". Como Dadi Dreucol ha pintado varios murales en el río Guadalmedina, en la calle Madre de Dios, calle de Juan de Padilla y en la calle San Lorenzo, todo un conjunto de historias que asegura continuar por el centro histórico, "pienso seguir pintando, y mucho porque no creo que sea nada malo".
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