-Ahora acaba de grabar un nuevo disco, Mis canciones favoritas. ¿Qué podremos encontrar en él?

-Encontramos doce temas compuestos en otra etapa de mi vida, son temas que no los usé nunca con mi banda, Irakere, y no los toqué nunca con el cuarteto ni con los Afro-Cuban Messengers.

-¿Cómo se siente viviendo en Benalmádena? ¿Se parece en algo a Cuba?

-Me siento muy bien, sobre todo me gusta el clima, el mar, los pescados y el marisco y las personas. La gente es increíble, se parece mucho en el trato a los cubanos. Y al tener el mar cerca es como si estuviera en la misma Cuba.

-¿Le gusta el flamenco? ¿Y la fusión de flamenco y jazz? ¿Qué opina de Paco de Lucía?

-Sí, mucho. La fusión es una mezcla fantástica, ya la he escuchado con Perico Sambeat, Carlos Benavent, Chano Domínguez. A Paco de Lucía lo conocí, aunque no tuve la suerte de tocar con él, pero es el exponente más grande del flamenco y el que lo llevó a los niveles más altos.

-¿Qué le parece que en España se esté eliminando la educación musical y artística de las escuelas? Y por cierto, ¿es la educación musical en Cuba tan buena como dicen?

-Me parece que eliminar la educación musical de las escuelas es un error, porque la música es parte de la cultura universal y una persona que aunque no sea músico tenga conocimientos elementales de la música y de la historia de la música, tiene más cultura. La educación músical en Cuba es muy buena, solamente en La Habana hay seis conservatorios, con un nivel de exigencia y de seriedad en la formación increíble. Es una de las razones por las cuales en Cuba se producen tantos buenos músicos. Conozco las escuelas porque todos mis hijos se han graduado en ellas.

-Su grupo Irakere fue pionero del jazz afrocubano, pero ¿no cree que hoy está poco reivindicado?

-No lo creo,Irakere está reconocido como el grupo más importante de jazz afrocubano de la segunda mitad del siglo XX, en Cuba y fuera de Cuba.

-¿Qué instrumento tocaría si no tocara el piano?

-El piano o nada.

-De toda la música que ha hecho, ¿de cuál se siente más orgulloso?

-Es díficil de contestar, he hecho mucha música que me ha hecho sentir muy orgulloso, aunque hay algunos temas que marcaron época. El primero es la Misa Negra, que cambió el concepto y el camino que hasta el momento existia en la música popular de concierto. Bacalao con pan fue el tema de donde nació lo que hoy llaman la timba cubana. Y de Claudia dicen que es la balada más hermosa que se haya escrito en ese ámbito. Estos tres temas tan distintos se han convertido en clásicos, en standards.

-¿Le apena que tuvieran que pasar tantos años para que Bebo Valdés fuese reconocido como el maestro que fue, al menos en España?

-No fue mucho antes porque Bebo vivió en Suecia e hizo trabajos de piano-bar. Además, estuvo en el anonimato por estar cerca de su familia en Suecia. Pero vino a vivir a España y ya tenía el reconocimiento de Lagrimas Negras con Diego El Cigala.

-¿Qué influencia ha tenido la música tradicional cubana en su música? ¿Y la española?

-La cubana ha tenido una influencia absoluta, porque a partir de ahí he seguido tomando otros elementos para fusionar. La música española yo la tuve desde la escuela: Albéniz, Falla, Turina y Granados eran matería oblibigatoria en el conservartorio. Y allí en Cuba nosotros acompañábamos a muchos cuadros españoles, desde Albéniz hasta el flamenco y los mismos pasodobles.

-¿Cómo recuerda el concierto de Irakere junto a Silvio Rodríguez en Santiago de Chile en 1990?

-Eso fue inolvidable, 90.000 personasd cantando al unísono con Silvio todas las canciones. En esa ocasión fue acompañado por Irakere, fue impresionante.

-¿Qué repertorio tocará en el concierto de Marbella?

-Voy a hacer una selección de lo mejor, de los temas más importantes de los ocho premios Grammy y algún que otro estreno. Y me acompañará como solista en algunos temas mi hermana Mayra Caridad.

-¿Qué músicos jóvenes de jazz le gustan más?

-Brad Mehldau, Gonzalo Rubalcaba, Rolando Luna y David Virelles. Este último es increíble.

-¿Conoce a Chano Domínguez? ¿Ha tocado alguna vez con él?

-Sí, tocamos en Cuba en un festival. Chano es una estrella y es un músico original, creativo y lo admiro muchisimo. Para mí, dos de los grandes pianistas españoles han sido él y Tete Montoliú.

-Con qué pianista se queda, con Bill Evans o con Michel Petrucciani?

-Con los dos, aunque son totalmente diferentes. Nadie tocó la balada como Evans y Petrucciani era muy versatil y muy original.

-¿Cuáles son sus compositores clásicos preferidos?

-Rachmaninov, Chopin, Mozart, Beethoven, Bach y Ravel.

-¿Cómo fue su experiencia al trabajar con el percusionista Roberto Vizcaíno?

-Fue el precursor del set de percusión cubano, ha sido el maestro y el especialista. Para mí, ha sido uno de los percusionistas más importantes de la historia de Cuba y su hijo que tiene unos 15 años, está siguiendo el mismo camino, es tan bueno como el padre.

-¿Qué posibilidades hay de un reencuentro de los Irakere originales que siguen vivos? Si no es posible, ¿para cuando entonces usted, Paquito y Arturo harán un disco juntos de nuevo? No quiero pensar que eso es imposible de soñar. . . Gracias por su música.

-No creo que existan posibilidades. Por mí, los reuniría con mucho amor, pero es difícil unirnos porque cada uno ha tomado un camino diferente. El disco lo haré con Paquito y Arturo cuando ellos quieran, estoy abierto para todo lo que sea música.

-Maestro, en cuanto a su técnica pianística, ¿qué métodos o estudios técnicos utilizó durante su formación?

-Usé los metodos de la escuela formal de piano, todo lo que fue Hanon, Bach, Mozart, Chopin y todos los libros de ejercicios técnicos.

-Después de publicar Mis canciones favoritas, ¿puede decirme cuál es su canción favorita?

-Waltz for Debby, de Bill Evans.

-¡Bienvenido Chucho! ¿Con qué otro artista le gustaría colaborar?

-Con David Virelles.

-Me encantaría saber su opinión acerca de la salud musical a escala mundial.

-La salud de la música depende del talento de los creadores actuales, veremos qué hacen y sabremos si realmente tendrá mejor salud o debemos ingresarla en el hospital.