Carolina Solé. escritora

"La novela negra es como un juego"

  • Su debut en el mundo editorial, 'Ojos de hielo', aborda los límites de la ambición La autora prepara ya la continuación de la historia, que pretende convertir en una serie

Tras 22 años como dueña de un negocio en el sector textil, en el seno de una familia de tradición empresaria, Carolina Solé (Sabadell, 1966) se cansó de llevar un sacrificado ritmo de trabajo que empezaba a costarle la salud. Así, a los 40 decidió dar un giro a su vida y volcarse en algo que siempre había sido su pasión: la literatura. Acaba de estrenarse como novelista con Ojos de hielo (Planeta), una novela negra sobre la familia y los límites de la ambición.

-De empresaria a escritora. ¿Cómo se da ese paso?

-Cuando vendí mi empresa tenía que buscar algo nuevo a lo que dedicarme. He sido muy lectora siempre, y pensé que eso tenía que ser un valor para algo. Entré en una escuela de escritura en Barcelona para apuntarme a un curso de lector profesional y salí con otro de escritura. ¡No había escrito en la vida! Leer sí, mucho. Desde Dan Brown hasta Delibes o García Márquez. Así me doy cuenta de que hay cosas que me gustaría hacer, otras que no, y otras que, aunque quisiera, no podría. Lo único que pretendo es escribir novelas y entretener. Cuando un lector me dice que la trama le ha enganchado, que lo ha pasado bien leyéndome, digo: "esto es lo que yo quiero". Ya que es casi imposible ganarse la vida escribiendo, que al menos disfrute el lector.

-De no haber escrito nunca a publicar un libro de 700 páginas. Vaya debut, ¿no?

-Es que cuando una se pone, se pone. Me resulta muy divertido.

-¿Le da miedo embarcarse en el mundo editorial?

-Es un mundo desconocido para mí. Como tienes que conocer muy bien el sector al que vas, llevo mes y medio visitando a los libreros de distintas ciudades de España, preguntándoles por el sector. Están como todos: preocupados. Cualquier cosa de entretenimiento no es prioridad, y si nos van subiendo prioridades, como el agua o la luz, se complica. Quiero hacer equipo con ellos. Lo importante es que la gente lea y compre libros.

-¿Cuál está siendo la respuesta hasta ahora?

-Estamos muy contentos. El libro lleva tres meses y medio en la calle y ya va por la segunda edición. Lo que más me gusta es cuando un lector se pone en contacto conmigo para decirme que se lo ha pasado muy bien leyéndome.

-Está preparando la segunda entrega de la historia. ¿Va a buen ritmo?

-Ya llevo bastante hecho. Yo escribo con un guión, y el guión de esta segunda novela ya estaba listo cuando terminé la primera. Hay muchas tramas que continúan en este libro y tenía que tener muy claro hacia dónde iban. No concibo hacerlo de otra manera, sobre todo si sabes que tienes que conducirlo todo hacia un resultado final, hacia un culpable creíble. La novela negra es como un juego: tú le vas poniendo pistas al lector y él intenta adivinar el enigma. Si lo haces bien, consigues que al final él diga: "¿cómo no me he dado cuenta antes?".

-¿Es difícil calcularlo todo de manera que no quede ningún cabo suelto?

-Supone un reto muy grande, pero es cuestión de hacerte un dibujo mental. En mi casa tengo una habitación, en la que no dejo entrar a nadie, llena de post-its de colores con todas las tramas que van surgiendo en la historia. Cada trama es de un color, las voy entremezclando, hago una especie de tetris, y luego escribo. Si he dejado algún cabo suelto es porque continúa en la siguiente.

-¿Sale todo de su imaginación o bebe de la realidad para escribir?

-Hay mucha realidad. Sobre todo en las relaciones entre los personajes: son cosas que pasan en la vida y que cualquiera puede entender. Los personajes se enfrentan a los mismos problemas que tú, y eso hace que te guste ver cómo los solucionan.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios