Cultura

El segundo encierro de Cuéllar termina sin incidentes

  • Los toros de Benítez Cubero-Pallarés protagonizaron una carrera lenta y poco vistosa

Los toros de la ganadería sevillana de Benítez Cubero-Pallarés protagonizaron ayer una carrera lenta y poco vistosa en el tramo urbano, dentro del segundo encierro de las Fiestas de la Virgen del Rosario en Cuéllar (Segovia), donde a diferencia del lunes no hubo que lamentar incidentes de gravedad. Los servicios sanitarios sólo tuvieron que atender a cerca de una decena de personas, todas ellas por contusiones de carácter leve. Los astados iniciaron el recorrido a las 8:00 desde los corrales situados en las afueras de la villa, y desde el primer momento caminaron muy separados del resto de la manada, lo que obligó a los caballistas a emplearse a fondo para reconducir a toros y bueyes a lo largo del recorrido campero.

La menor presencia de jinetes respecto al primer encierro facilitó también la labor de conducción, que se realizó de forma más ordenada que el lunes, cuando la presencia de monturas fue bastante más numerosa por tratarse de una jornada festiva. Los astados entraron en el recorrido urbano a las 09:30 con tres reses por delante acompañadas de los bueyes, mientras que otros dos toros quedaron rezagados y protagonizaron momentos de peligro al derrotar de forma continua contra las talanqueras.

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