Bloguero de arrabal

Pablo Alcázar

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Ley seca sexual

Varios estados norteamericanos están aprobando leyes que restringen o cercenan la libertad sexual

En varios estados de Norteamérica, se está declarando una ley seca sexual. Se dictan leyes contra las drag queen, se prohíbe hablar en clase de la regla, de la homosexualidad, de la transexualidad o de la píldora abortiva. Como el sexo es un bien al que pueden acceder los pobres sin pasar por el fielato del poder, éste lo vigila de cerca, ¡no vayamos a que se acostumbren a lo bueno! Los alimentos, las medicinas, la escuela, la sanidad, todo eso pasa por sus manos y, si pueden, en épocas en las que la lucha de clases está sumergida y las masas parecen contentarse con insultar al poder en las redes, recortan o suprimen los logros sociales que los trabajadores han conseguido en los países industrializados. Porque la lucha de clases existe, pero en ella ahora mismo los trabajadores, muchos, esclavos telemáticos, tienen muy poco que hacer, porque las clases medias, que en ocasiones se inclinaron por los avances sociales, ahora prefieren respaldar a partidos conservadores o ultraconservadores que, como su propio nombre indica, se ocupan, sobre todo, de conservar sus propiedades. Pero el sexo, ¡ah!, se les escapa a cada momento en la parte trasera de un coche, en un cine de verano, en una playa, en un bosque encantado, como el de la Alhambra, donde los enamorados se pierden entre la maleza para ofrendar múltiples sacrificios a Venus. Los poderosos no siempre tienen tiempo para este tipo de relaciones labradas a maravilla, con esfuerzo. Y las envidian y las persiguen. En EE.UU., donde todavía no se ha apagado del todo el espíritu de los puritanos del Mayflower, hay una larga tradición de impedir a los pobres el acceso al alcohol y al sexo. Un país en el que cualquiera se puede presentar en una escuela con un kaláshnikov y matar a decenas de estudiantes, no permite que los profesores los 'corrompan', hablándoles de asuntos de tanta importancia para ellos. Prefieren verlos muertos antes que instruidos. Imponen una nueva ley seca, la sexual. De memoria débil, deben de haber olvidado que con la ley que prohibía el consumo de alcohol -1920-1932- la criminalidad se disparó, la delincuencia callejera se transformó en crimen organizado y que la corrupción política y policial alcanzó su techo histórico. Como la 'temible' inteligencia artificial caiga en estas manos, cualquier distopía será posible.

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