Medidas de seguridad

En la Universidad de Málaga, el protocolo para la vuelta a las clases está fijado desde hace semanas

En la Universidad de Málaga, el protocolo para la vuelta a las clases está fijado desde hace semanas. Luego veremos cómo nos va el examen, pero de momento, los deberes están hechos. En Madrid, el asunto va por barrios, pero el problema es Barajas. Aunque en el metro las mascarillas sirvan, fundamentalmente, para que los viajeros no se morreen sin querer. Las comunidades autónomas reclaman al gobierno central que tome las riendas de la vuelta al cole en septiembre. Antes habían pedido que no les quitasen las competencias por las que ahora piden que no les pregunten. El verano es malo para estudiar y lo mejor es intentar que en septiembre te reduzcan el temario. El Gobierno declara que el protocolo está fijado desde junio. Después de días de protestas, comunidades autónomas y Gobierno se reúnen y alcanzan un acuerdo en un solo día. No ha sido para tanto. Solo el País Vasco se abstiene, aunque no queda claro cuál es la objeción. Quizás, una reivindicación más del hecho diferencial. Entre los docentes se difunde la consigna de no volver si los colegios no son seguros. Para lograr la ansiada seguridad, en Málaga y a unos días del inicio del curso, un colegio suprime el servicio de comedor para los más mayores y los manda a comer a la calle. En el centro se puede tomar un bocadillo en el patio durante el recreo, pero no se puede comer una fiambrera en el almuerzo. Con los escasos bares de la zona al completo, el alumnado valora la capacidad de cobijo de la acacia bajo la que ya comen algunos. Categórico, no caben los trescientos. La lucha será a muerte por una sombra que les resguarde. Contemplada la posibilidad de emigrar al parquecillo que recientemente ha arreglado el ayuntamiento surgen las inevitables preguntas. "Papa, ¿el problema de hacer botellón con la pandemia está en el alcohol o en juntarse mucha gente? Cando venga la policía porque un vecino la llame, que la llamará, ¿le explicó que solo bebo agua para que no se me haga bola el pollo con arroz o le doy el teléfono de la dirección del centro?". Para complementar esta medida, se han señalizado los recorridos y adoptado medidas a fin de mantener la distancia de seguridad en el centro, al que todos llegaran en paz y compaña después del picnic campestre. Pero lo mejor de todo será si terminan comiendo en la escalinata del colegio que hay calle abajo. Será de chiste que quien avise a la policía sea la competencia.

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